julio 01, 2013

LAMBAYEQUE HA PERDIDO PESO ECONÓMICO Y POLÍTICO PARA EL PAÍS

En los últimos diez años Lambayeque, lejos de consolidarse como una de las principales economías en el país, ha decrecido considerablemente debido a la falta de inversiones, problema originado por lo poco atractivas que actualmente resultan las ciudades del departamento para el sector privado. Las condiciones de urbanismo, inseguridad y falta de planificación son algunos de los factores que más nos perjudican.
Si bien la economía del país será una de las de mayor crecimiento a nivel latinoamericano y nos ubica como uno de los mercados emergentes que a nivel mundial contrapesan el debilitamiento de grandes potencias como Estados Unidos y la Unión Europea, la suerte de Lambayeque, como región, es muy distinta.

Según las proyecciones del Banco Mundial, la economía global, es decir la de todos los países en suma, crecerá solo 3.2%, cifra representada por el desarrollo de nuevos gigantes como China, que este año crecerá 8%, e India, cuya economía incrementará en 6.3%.

En lo opuesto, Estados Unidos crecerá solo 1.9%; Alemania, que sostiene hoy a la euro zona, 0.6%; Japón caerá 1% y España, quizá el país más golpeado por la crisis, donde la tasa de desempleo de la Población Económicamente Activa – PEA llega al 18%; tendrá un flujo negativo 1.5%.

“La crisis en España, por ejemplo, ha generado una migración importante de jóvenes profesionales a América Latina y en especial al Perú, situación que tiene pros y contras. Es beneficioso porque permite la llegada de gente que tiene una formación profesional por encima del promedio que tenemos en el país, pero al mismo tiempo es, hasta cierto punto, negativo, porque limita las posibilidades de inserción laboral de los profesionales peruanos”, explica el economista Raúl Valencia Medina, Vicerrector Administrativo de la Universidad César Vallejo – Chiclayo.

ECONOMÍA DEPENDIENTE
El también ex gerente general de Corporación Financiera de Desarrollo – COFIDE en Cusco y Trujillo, explica que el crecimiento de la economía peruana es totalmente dependiente del desarrollo del mercado chino, por lo que si este se contrae, la afectación en el Perú será directa.

“La crisis que hoy en día ya empezamos a experimentar en el Perú corresponde a la baja internacional del precio de los commoditys como el oro, la plata, el cobre y el zinc, consecuencia de la retracción en el crecimiento de nuestro principal socio comercial que es la China. Del 100% del volumen de exportación en minerales que tiene el Perú, casi el 90% es adquirido por la China, por lo tanto lo que ahora le pase al mercado chino umbilicalmente nos afectará a nosotros, con el detrimento de divisas”, refiere.

Precisa que esta situación ya se experimenta hace algunos meses en el rubro de agroexportables, debido a que Estados Unidos es nuestro principal comprador en el mundo y dada la crisis ha retraído la importación.

“El Perú ya está advertido, porque no vamos a tener los mismo niveles de ingreso. Si bien podremos exportar mucho más, ya no será por los mismos precios debido a la baja”, indica.

Una de las movidas es que el sector empresarial ligado a la exportación intentó consagrar, consecuencia de las pérdidas que les origina la caída de los productos en el exterior, fue que los impuestos que paga al fisco sean en dólares y no en soles, medida que el Ministerio de Economía y Finanzas – MEF rechazó, por tratarse – según señala Valencia Medina – de una solapada forma de transferir sus pérdidas a la economía del país.

“Hoy los exportadores deben estar más tranquilos porque el dólar ya superó los 2.80 soles, lo que, indudablemente, les imprime mayor estabilidad”, asevera.

ENFRENTAR LA CRISIS
Raúl Valencia indica que desde el 2008 no ha se ha repetido otro momento tan alentador para economía peruana, debido a que ese año el crecimiento llegó al 8%, mientras que el Producto Bruto Interno – PBI de Lambayeque alcanzó el 10%.

Refiere que para repetir una situación como esa es necesario generar mayores condiciones para enfrentar eficientemente la crisis internacional, propósito que es posible lograr sustentado en el respaldo que imprimen los 68 mil millones de dólares que constituyen las reservas internacionales del país, a los que se suman los siete mil 400 millones de dólares que conforman el fondo de estabilización.

“Cuando se inició la crisis internacional, el gobierno de Alan García halló como medida de previsión el incremento de la inversión Estatal para el desarrollo de obras, principalmente de servicios básicos, a fin de dinamizar la actividad del sector privado y así generar mayor empleabilidad. El gobierno actual ha concentrado su atención en el incremento de los programas sociales, que en países que tienen una estructura social y económica muy compleja, donde la brecha es aún significativa, tienen que estar siempre en la agenda. Sin embargo, resulta contraproducente pretender enfrentar la crisis económica sobre la base de una política asistencialista. Eso sería, prácticamente, derrochar el ahorro de los últimos diez años”, precisa.

En tal sentido, Valencia Medina destaca que el gobierno haya anunciado que a partir del segundo semestre se pondrá énfasis en la inversión en infraestructura. “De esa forma sí podemos dar pasos firmes en el objetivo de crecer no menos del 6%”, afirma.

RETROCESO REGIONAL
En el escenario interno, Raúl Valencia explica que hace diez años Lambayeque se ubicaba como la cuarta economía más importante del país, siendo una de las principales contribuyentes al crecimiento del PBI nacional. Hoy, la realidad es otra. Lejos de avanzar en el desarrollo de la economía departamental, Lambayeque se encuentra en noveno lugar, habiendo sido desplazada por regiones que antes registraban menores índices de desarrollo.

Es muy lamentable que hoy Lambayeque esté por debajo de La Libertad, Piura, Arequipa, Cusco, Ica, Ancash y otras regiones teniendo, incluso, potencialidades superiores que no se están aprovechando de manera correcta. Actualmente Lambayeque solo aporta al PBI nacional el 2.7%, mientras otras regiones como Arequipa representan el 6%”, señala.

Añade que urge la necesidad de explicar qué factores han originado que Lambayeque pierda su importancia económica para el país, lo que desencadena – como agregado – que el gobierno central ya no mire con expectativa a la región y prefiera orientar su atención y preferencia a otros departamentos.

“Un claro ejemplo de esto es que si a Arequipa le pasa algo, el Ejecutivo, sin que sea llamado, acude inmediatamente. ¿Por qué? Porque es la economía más importante después de Lima. Es indudable que hemos perdido peso económico y peso político y para revertir esta situación, como primer paso, debemos apuntar a la oxigenación de los liderazgos locales y regionales”, asevera.

Valencia Medina indica que en la región se percibe que los líderes políticos están fuera de la orientación moderna del desarrollo y carecen de visión respecto a lo que se necesita para consolidar el progreso socio económico.

“Lambayeque no está diversificando sus actividades productivas, solo se está concentrando y esperanzando en la agroexportación y eso es peligroso, y negar la oportunidad del desarrollo de la industria minera es mucho más peligroso aún, porque nos frena un abanico de oportunidades que otras regiones sí han sabido aprovechar de manera razonable”, indica.

NUEVOS LÍDERES
La autoridad universitaria precisa que a la oxigenación de la clase política regional y a la definición de una perspectiva de desarrollo sostenible en el tiempo debe sumarse a la institucionalidad como tercer elemento, siendo esto necesario para recuperar la fortaleza de Lambayeque en el contexto nacional.

“La región no tiene institucionalidad, que es muy diferente a que carezca de instituciones, porque sí las tiene. Pero, ¿qué han hecho?, ¿dónde están? Lambayeque no necesita de más organizaciones, sino que las existentes rompan el esquema absurdo de trabajar aisladas, cada una por su lado, sin capacidad de articulación. La institucionalidad debe ser la garantía para que cualquier próximo gobernante no llegue al poder a hacer lo que quiera con las ciudades y la región”, asevera.

Acota que los nuevos líderes deben entender que llegar al ejercicio de un cargo público demanda y exige pluralidad, amplitud, tolerancia y, sobre todo, capacidad de entendimiento y concertación.

“Es una pena decirlo pero aquí hay estreches en los liderazgos políticos, y la estrechez mental es lo peor. Hay una visión muy corta y limitada de lo que significa ser una autoridad edil o un gobernante regional y eso se lo he dicho, desde mi punto de vista, al presidente Humberto Acuña Peralta. En su caso, empiezo a ver algo positivo, que es un cambio de actitud que, en el futuro, mejorará su liderazgo en beneficio de la región”, señala.
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“Lambayeque no está diversificando sus actividades productivas”.
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