mayo 08, 2014

COMPETITIVIDAD: ¿CUÁNTO LE IMPORTA A LOS GOBERNANTES?

La Agenda de los próximos gobernantes regionales y locales será, indudablemente, la priorización del aspecto educativo para lograr que Lambayeque sea una región competitiva, toda vez que una población bien educada y con capacidad creativa será capaz de incrementar la producción y generar valores tangibles e intangibles que nos afianzarán en el desarrollo sostenido.
Atendiendo el mensaje que el Nobel de Economía Paul Krugman dejó a su paso por Lima, el vicerrector Administrativo de la Universidad César Vallejo – UCV Chiclayo, Raúl Valencia Medina, remarca que no existe país competitivo sino empieza a invertir en educación de calidad y si no logra que sus políticas públicas garanticen la salud del niño desde que está en el vientre de la madre.

“Nos llamó poderosamente la atención el mensaje que dejó Krugmanporque nos hizo entender las diferencias que existen entre un niño cuya madre no recibió la atención adecuada y alimentación durante el período de gestación y un niño que sí recibió salud de calidad desde el embarazo. Solo el comparativo sirvió para entender la necesidad de que el Estado, a través de todos sus estamentos de gobierno (nacional, regional y local), brinde atención a las madres gestantes y recién nacidos, porque de otra forma tendremos nueva población joven pero sin las posibilidades de competir”, comenta el académico.

Los buenos ejemplos
Valencia Medina refiere que el nivel de competitividad del Perú, en comparación con los países de la región es bastante negativo, realidad que debe servir como un llamado de atención a los gobernantes para que se adopten medidas que permitan revertir esta situación.

“Dentro del gasto público de los diez países que son paradigmas a nivel mundial en lo referente a competitividad se tiene por ejemplo que estos invierten aproximadamente el 8% de su PBI en Educación. Es decir, la clave de estos Estados para ser mejores es invertir en Educación, Ciencia y Tecnología. La segunda medida con resultados favorables es apostar en Salud con una buena infraestructura, equipamiento y, sobre todo, brindando una remuneración adecuada a quienes brindan la atención a los usuarios. Ser educador o médico en los países más competitivos es un privilegio, un estatus, nadie así nomás lo es, porque existen condiciones tan exigentes que en nuestra realidad son inimaginables”, relieva.

El académico compara la inversión de los países con mayor índice de competitividad que alcanza al 8% del PBI con la inversión que el Estado peruano desembolsa anualmente para dicho rubro, la misma que llega apenas al 2.7% según las cifras que revela el Banco Mundial. “Con esa realidad qué nos puede esperar a nosotros como país en el contexto de la competitividad si nuestro propio Estado deja de lado las inversiones más importantes que son Educación, Salud, Infraestructura y Capital Humano”, refiere.

Educar para crecer 
En su opinión, los gobernantes del país no comprenden aún que el éxito de otros Estados se sustenta precisamente en la educación, siendo esta la base para generar mejores condiciones de desarrollo social, económico y cultural. “No se puede explicar qué es lo que miran o comprenden nuestros gobernantes cuando van a otros países. El asunto no es producir más sino producir mejor. Nosotros vendemos materia prima a 4 dólares y esta regresa industrializada para costarnos 15 dólares. No tener una visión competitiva está originando que el boom económico que atraviesa el Perú hace 14 años no tenga sostenibilidad en el tiempo para la población”, indica.

Remarca además que solo el año pasado ingresaron al país más de 33 mil profesionales extranjeros para ocupar puestos de alta gerencia y competitividad, campos en el que pocos peruanos están capacitados.

Mejora regional 
En el terreno regional, Raúl Valencia señala con realismo que la situación tampoco es favorable, pero que sí se están haciendo esfuerzos por mejorar los estándares de calidad de enseñanza, más aún porque ya se culminó con la elaboración del Nuevo Proyecto Educativo Regional, herramienta formulada por la Universidad César Vallejo – Chiclayo, única en la región que tiene acreditada su carrera de Educación, y la gerencia regional sectorial a través de un convenio con el Gobierno de Lambayeque.

“No se trata únicamente de criticar, sino también de proponer y ayudar a resolver los problemas. Podemos hablar con toda autoridad porque allí está el resultado de nuestra propuesta: una herramienta que nos define una ruta consensuada sobre cómo mejorar la educación en Lambayeque en base a un modelo que se ajusta a la realidad y aprovecha los recursos que los educadores y estudiantes tienen a disposición para convertirlos en soportes del aprendizaje”, explica.

Visión económica
En el plano local, el vicerrector Administrativo de la UCV Chiclayo señala que los aspirantes a cualquier cargo público por elección popular tienen el deber de adentrarse en los conocimientos de las ciencias económicas, con el propósito de ponerse al corriente de los paradigmas que permiten, a organizaciones, instituciones y ciudades aprovechar de manera racional y eficiente sus recursos, atendiendo los aspectos que, al mejorar, generarán mayores beneficios colectivos.

“No les va a hacer daño. Hacer política no significa extraer ideas sueltas o pareceres que no tienen ninguna concatenación. No, eso no es hacer política, no política moderna y dotada de visión, planificación y aspiraciones de crecimiento colectivo que es la que se quiere y necesita ejercer. Lo mejor que desde la academia se les podría pedir a los futuros gobernantes es que se empapen y estudien sobre lo que significa competitividad”, señala el también exgerente de la Corporación Financiera de Desarrollo – COFIDE en sus sedes Cusco y Trujillo.

Valencia Medina agrega que la clase política local debe entender desde ya que concluido el proceso electoral todos deben cerrar filas y unir esfuerzos en hacer exitoso a quien gane las votaciones. “No está bien que se pretenda o siga haciendo política con esas viejas formas o malas artes de seguir en la oposición muchas veces visceral que no añade valor, sino que, por el contrario, retrasa la recuperación de todo lo perdido, que en el caso de Chiclayo, como se sabe, es mucho. El compromiso de todos los candidatos, sus partidos o movimientos políticos, debe ser ayudar a recuperar la institucionalidad tan venida a menos en los últimos años”, asevera.

No más de lo mismo
Para el académico, los cambios ciudadanos en relación a la conducta de los gobernantes locales resultan positivos, porque expresan la voluntad social de no seguir permitiendo ni tolerar a futuro que Chiclayo, por ejemplo, sea sometido al caos, la corrupción y la ineficacia.

“El llamado es uno solo: trabajemos para darle a Chiclayo y a Lambayeque institucionalidad. Gane quien gane las elecciones regionales o municipales debe saber y tener claro que lo mejor para su gobierno será trabajar directamente con las instituciones, marchar juntos y tener su respaldo permanente para que no se repitan situaciones como las de ahora, donde quienes nos gobiernan no tienen el acompañamiento de la sociedad organizada y representada por sus instituciones”, señala Valencia Medina, añadiendo que un gobierno sin representatividad es un gobierno débil, al que sencillamente “no se prestan oídos”.

Tener apertura al diálogo y concertar en todo sentido – refiere el economista – permitiría al próximo gobierno municipal buscar alternativas de solución viables y sostenibles para subsanar la situación económica del municipio provincial de Chiclayo, agobiado en la actualidad por una deuda superior a los 250 millones de soles, sobrecarga laboral y con áreas funcionales que urgen reestructurarse.

“Otra recomendación que sería pertinente, dada la situación tan crítica que atraviesa la capital departamental, es que los candidatos se preparen y se preparen bien, no solo para sonreírle a los electores y mostrarle su mejor rostro, también para sostener un debate alturadodonde se diga cómo solucionar los problemas que expone Chiclayo, para plantear medidas que sean posibles de ejecutar y no que sean salidas populistas porque de eso ya se tiene mucho y el pueblo ha aprendido a rechazarlo”, refiere Valencia Medina.

“Chiclayo necesita Planes de Gobierno reales y maduros, partidos políticos con equipos de profesionales con experiencia, capaces y con una conducta ejemplar. Sería muy distinto si las agrupaciones salieran a decirnos: ‘estos son nuestros candidatos, estas nuestras propuestas y estos nuestros equipos para hacerlas realidad’. La población merece saber quién es quién, la gente ya no se interesa únicamente por el candidato, ahora exige saber la calidad moral, ética y profesional de quienes acompañan a este. No haber exigido eso antes nos está pasando una factura muy alta”, precisa la autoridad universitaria.
Semanario Expresión