septiembre 13, 2012

LATINOAMÉRICA ES LA REGIÓN MÁS URBANIZADA DEL MUNDO Y DE LAS MÁS DESIGUALES

Latinoamérica y el Caribe se consolidó como la región más urbanizada del mundo, con el 80 por ciento de su población viviendo en ciudades, pero el crecimiento desordenado de las urbes impidió la reducción de las desigualdades, según un informe divulgado por la ONU-Hábitat.

El Programa de las Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (ONU-Hábitat) calcula que, pese a que crece a un ritmo menor, la tasa de urbanización en la región será de cerca del 89 por ciento de la población en 2050 y que el número de personas viviendo en tugurios, hoy de 111 millones, aumentará en lugar de reducir. "El mayor problema señalado por el estudio es que las ciudades no están combatiendo las desigualdades. Algunas de las ciudades latinoamericanas tienen los mayores índices de desigualdad del planeta", aseguró el Oficial Principal de Asentamientos Humanos de la ONU-Hábitat, Erik Vittrup, en una rueda de prensa en Río de Janeiro en la que presentó el informe. "Las ciudades seguirán creciendo y ese crecimiento se concentrará en los tugurios o favelas debido a que ni el mercado ni los Gobiernos tienen capacidad para satisfacer la actual demanda por vivienda", explicó el especialista en declaraciones a Efe.

De acuerdo con el informe de ONU-Hábitat, el déficit de habitación en América Latina pasó de 38 millones de viviendas en 1990 a una cifra de entre 42 y 51 millones en 2011. "Sin un cambio de tendencia profundo la escasez de vivienda seguirá siendo uno de los mayores desafíos para América Latina y el Caribe en los próximos años", advierte el informe. La caída del porcentaje de población en situación de pobreza e indigencia de la región desde el 41 por ciento en 1990 hasta el 26 por ciento en 2010 permitió que el porcentaje de personas viviendo en tugurios en las ciudades bajara del 33 al 24 por ciento en el mismo período. Esa mejoría, sin embargo, no impidió que en cifras absolutas el número de personas viviendo en tugurios en América Latina creciera desde los 106 millones en 1990 hasta 111 millones en 2010.

La proyección de la ONU-Hábitat es que esa cifra continúe creciendo hasta el 2050 si la región no adopta medidas específicas. "Pese a la disminución de las tasas de pobreza en la región, una de cada cuatro personas en áreas urbanas es pobre y los índices de desigualdad de la región se sitúan entre los más altos del mundo", asegura el informe. "Las ciudades de la región son ciudades divididas social y físicamente. Esa división se manifiesta en la desigualdad de ingreso y la segregación entre la ciudad formal y la informal", agrega. Según el organismo de la ONU, la falta de planificación y la debilidad de las políticas urbanas ha causado la expansión de las ciudades en modelos poco sostenibles "que privilegian el automóvil en detrimento del transporte en común y mantienen o refuerzan la segregación social y espacial".

Según Vittrup, el nuevo modelo tiene que privilegiar el aumento de la densidad, es decir de la construcción de viviendas con más pisos, y no la búsqueda de nuevas tierras en los suburbios para construir casas de una planta. "No necesitamos de más tierras para crecer. Una ciudad puede crecer hacia arriba o aprovechando áreas degradadas. Si Ciudad de México aumentase el promedio de sus viviendas de dos a cuatro plantas podría duplicar el número de habitantes en la región sin necesidad de expandirse horizontalmente", dijo. Según la ONU, el aumento de la densidad de población en las ciudades de América Latina permitirá reducir los costos y los impactos ambientales, así como acabar con la especulación inmobiliaria, uno de los mayores problemas de la región, provocado por constructoras interesadas en agregar áreas de la periferia a las ciudades.

El aumento horizontal de las ciudades estimula el uso de los transportes individuales en lugar de los públicos, lo que, a su vez, provoca embotellamientos, contaminación y crecimiento desordenado. Según el estudio, el número de vehículos particulares en América Latina dobló en los últimos diez años sin que las ciudades ampliasen sus calles o planificasen el aumento de la flota. Por ese motivo una de las principales recomendaciones del informe, de acuerdo con Vittrup, es que el desarrollo urbano tenga como prioridad el interés colectivo y no el de los mercados inmobiliarios.
EFE

septiembre 12, 2012

CRECIMIENTO SIN FUTURO: SOBRAN LOS JÓVENES EN EL PERÚ

Crecimiento sin futuro: Sobran los jóvenes en el Perú “No hay peor crimen que matar un sueño, ni mayor virtud que realizarlo” 
Jorge Livraga (poeta argentino)

Hace unas semanas, en base a informes oficiales del Instituto Nacional de Estadísticas e Informática (INEI), escribí un artículo que titulé “más crecemos, más nos vamos”. En él, mostraba la tendencia ascendente de la emigración de compatriotas que deciden vivir y buscar un presente y un futuro más digno y feliz afuera del territorio del Perú.Las cifras eran lapidarias: 45.428 emigrados/as en 1999; 165.877 en 2005, 251.102 en 2008. Lo más preocupante era que el año recién pasado, 2011, superaba a los anteriores alcanzando los 272.000 emigrados/as. La idea era alertar y reflexionar sobre la verdadera significación social del publicitado crecimiento macroeconómico del país, a tasas que superan el 6% en más de una década. Mismo período en que el crecimiento se muestra claramente excluyente, expulsando al 10% de nuestra población, más de 3 millones de compatriotas.

El futuro
Sin embargo, quise averiguar por la tendencia futura inmediata, buscar en el presente indicios de cambio, que reviertan esta sangría nacional de capacidades y sueños. Busqué entonces datos sobre la percepción que tienen las nuevas generaciones respecto del futuro que el país les está ofreciendo hoy. Me pregunté cuántos de nuestros jóvenes encuentran en el país un lugar para su bienestar y no sienten que la expectativa de vivir en otro país es el único modo de obtenerlo.

La respuesta fue aún más alarmante y triste. Según la Primera Encuesta Nacional de la Juventud, realizada por instituciones oficiales del Estado peruano en el año recién pasado, 2011, el 48,2% de los jóvenes entre 15 y 29 años tiene la expectativa de vivir en otro país, ascendiendo a 50,2% en Lima, y al 51% en toda el área urbana del país. La mitad de la juventud peruana, uno de cada dos jóvenes, tiene la expectativa de irse del Perú actual.

Las razones
Las razones, según este estudio oficial, no dejan de producir vergüenza a quienes sentimos que el país es algo más que una buena propaganda. Por mejora económica (49,5%), por motivos de estudio (21,8%) y por “contrato de trabajo” (11,9%). En todos los casos, mientras más jóvenes son los encuestados, más expectativas de vivir en otro país tienen (ENAJUV, 2011, pp. 151 a 157).

Como joven que ama el Perú, me cuestiono si no será tiempo que dejemos a un lado la propaganda exitista y pensemos en serio en esta evidente negación de patria que afecta ya a más de tres millones de peruanos/as y sus familias, y que resulta más hiriente aun cuando despoja de proyecto nacional a quienes representan el presente y el futuro de un país, sus jóvenes. Una “Marca Perú” no reemplaza el trabajo digno y justamente pagado, cuya persistente falta es la razón con que argumentan su deseo de irse del país los jóvenes.

Y una buena propaganda no cambiará el hecho de que no desarrollamos valor agregado, ciencia y tecnología, empleo calificado. El Perú, según cifras oficiales, es el último país de los 12 de Suramérica y el penúltimo de los 33 de Latinoamérica y el Caribe, sólo Haití está más abajo, en invertir en Ciencia y Tecnología (CNE del MINEDU Perú, 2012).¿Para qué se invertiría? Si hemos optado por crecer únicamente saqueando y vendiendo recursos naturales, que han de acabarse algún día, y para eso no hace falta trabajo calificado. Dicho de otro modo, nos sobran los jóvenes que quieran calificarse, razón por la que quieren ir a calificarse fuera del Perú el 21,8% de los encuestados.

Con el actual tipo de crecimiento, si salen seguramente no regresarán. Llegó la hora de reflexionar con inteligencia si no será una irresponsabilidad, profundamente violenta, enrostrar diariamente la propaganda exitista del crecimiento macroeconómico a la cara de un pueblo y una juventud a los que al mismo tiempo siempre se les responde oficialmente que el país no cuenta todavía con recursos, cuando se trata de garantizarles sus legítimos derechos y aspiraciones. Vamos a preguntarnos con patriotismo a quién realmente beneficia este tipo de crecimiento que nos deja sin futuro. Pensemos sinceramente si algo no anda mal, profundamente mal, cuando sobran los/as jóvenes en este Perú actual, cuando mientras más crecemos, más nos vamos, y más nos queremos ir.
Otra Mirada