A simple vista se puede ver un techado parejo, sin embargo, a pesar que los trabajos se iniciaron en junio del 2010, aún no se culminan en su totalidad, debido a que la empresa constructora Sánchez S.R.L. de Walter Sánchez Chavesta, se ha retirado dejando a su suerte a los comerciantes del Mercado Central.“Desde el 2006 iniciamos la elaboración de un proyecto para el techado de nuestro mercado, obra que, confiábamos, tendrían un impacto positivo en nuestro centro de trabajo. Sin embargo, la empresa constructora elegida por la Municipalidad de Chiclayo para la ejecución del proyecto ha dejado parte del techo sin concluir, es cierto, las coberturas colocadas nos cubren del sol, la tierra y del aire, pero tienen una serie de observaciones técnicas que indican, por ejemplo, que en caso de lluvia, el agua filtraría afectando los puestos de venta”, denuncia Juan Castro Benavides, secretario general de los comerciantes.
Explica, que para que la maquinaria de la empresa contratista tuviera acceso al interior del mercado, a fin de levantar las estructuras de fierro para el techado, fueron derribados 25 puestos de venta, ante lo cual la comuna provincial reconoció a la empresa la reconstrucción de los mismos, hecho que tampoco se cumple al 100% en 15 puestos, faltando la soldadura de puertas, culminación del techado, restauración de pisos y otros trabajos. “Son aspectos que pueden parecer mínimos, pero que para nosotros son importantes. Los comerciantes se sacrificaron demasiado al dejar meses de trabajo y aún así se han visto en la obligación de poner su propio dinero para culminar la construcción de sus puestos. Nuestro reclamos es justo, porque la empresa no trabaja gratis, pero lamentablemente no tenemos eco”, señala.
PICARDÍA COMERCIAL
Problema adicional es el que originan algunos comerciantes, quienes tienen la osadía de alquilar espacios en los pasillos de acceso al centro de abastos, situación ante la cual - según Juan Castro - la Municipalidad de Chiclayo no estaría mostrando interés en solucionar, a pesar de los informes alcanzados.
“Hace cuatro años, junto con algunos comerciantes, tratamos de imponer orden en el mercado, pero la Municipalidad nos abandonó en el intento logrando un enfrentamiento entre nosotros para luego hacerse cargo de la situación. Ahora, la autoridad municipal tiene que imponerse ante esta situación y hacerse respetar mediante sus funcionarios o el mismo alcalde, debido a que los comerciantes que fueron reubicados, hoy alquilan esos sitios de trabajo y a su vez laboran en el Mercado Central, es decir no dejaron el lugar que aparentemente abandonaron ni el lugar donde se les trasladó y aunque la Municipalidad tiene conocimiento de estos hechos, una vez más se queda de brazos cruzados”, cuestiona.
Asimismo, asegura que una serie de autoridades han visitado las instalaciones y han constatado el problema que se está viviendo, elevando posteriormente los informes correspondiente a la municipalidad. “La Defensoría del Pueblo, la Fiscalía de Prevención del Delito y Defensa Civil están inmersas en la realidad y es la tercera oportunidad que se le comunica a la municipalidad lo que acontece en los interiores del mercado, sin embargo, todo parece haber sido un saludo a la bandera, porque hasta el momento la comuna no da solución a nuestros reclamos. Ante cualquier desastre natural de gran envergadura, la mayoría de comerciantes nos veríamos perjudicados por el tumulto de gente que se ocasionaría para salir debido a que no hay espacios claros de escape”, expresa Castro Benavides.
La comuna, como propietaria mayoritaria del terreno donde se ubica el Mercado Central tiene la responsabilidad de velar por el bienestar de los comerciantes y la pronta solución de sus problemas, a fin de garantizar a seguridad de las miles de personas que a diario acuden a él. “De entre los mercados somos el mejor posicionado, debido a que aproximadamente de lunes a viernes tenemos una influencia de 15 a 18 mil personas y los días sábados de 20 a 22 mil. La cantidad de personas que nos visita es muestra de la preferencia que la población nos tiene, razón por la que no podemos quedarnos varados”, afirma.
SUEÑOS QUE CUESTAN
Muchas son las necesidades que acarrean al mercado central tras sus años de construcción, temas prioritarios que ante la indiferencia de las autoridades perjudica las actividades de los comerciantes.
El proyecto del techado, elaborado por ellos mismos con un costo de 20 mil soles, cubre los cinco mil metros del mercado, pero tras algunas observaciones fue modificado por la municipalidad para su ejecución, sin embargo las canaletas colocadas para el drenaje pluvial son demasiado angostas, razón por la se han visto obligados a contratar, por su cuenta, a un técnico para las evaluaciones correspondientes de proyecto.
“Hemos presentando un documento notarial al gerente general de la empresa constructora Sánchez S.R.L. porque como aún no se les paga una cantidad de 200 mil soles del total del proyecto, pedimos se les retenga el 25% hasta que cumpla con su trabajo, porque sólo ha sacado provecho de la situación. Las canaletas colocadas para el drenaje del techado son demasiado delgadas, cuando llueve pasa el agua y lo que recaudan baja por unos tubos que han quedado al descubierto en las columnas y que por falta de un proyecto de agua y desagüe, se forman en los pasillos lagunas artificiales que perjudican al sistema comercial y al comprador”, enuncia Castro Benavides.
Asimismo, revela que el cambio de las redes de alcantarillado para que el mercado trabaje como debe, es urgente, toda vez que semanalmente se presentan colapsos de la red de saneamiento. “Buscamos apoyo sincero y personas comprometidas con el cambio, tenemos pendiente un proyecto de agua y desagüe, así como el de la electrificación que esperamos sea progresiva. Debemos recordar que estamos avasallados por capitales trasnacionales que nos rodean y si no nos renovamos, desaparecemos en vez de competir”, afirma el secretario general de los comerciantes.
PARTICULARIDAD DE ASISTENCIA
La búsqueda por mejorar no sólo la calidad del servicio, sino también brindarle al cliente la seguridad necesaria, es otro de los objetivos que persiguen los comerciantes del Mercado Central. “Se les puede llamar informales a los que están en los pasadizos que en total no suman más de 30. El 85% de los comerciantes son formales y están reconocidos por la municipalidad, mientras que el 15% restante son propietarios de sus puestos”, asegura Castro Benavides.
El dirigente explica que otra de las preocupaciones que se tiene es la presencia de ambulantes en las puertas que dan a las calles Alfredo Lapoint y Vicente de la Vega, quienes obstaculizan el tránsito de los consumidores y las vías de seguridad.
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