noviembre 29, 2011

MUNICIPALIDADES NO RESPETAN NORMAS DE SEGURIDAD: DETECTAN DEFICIENCIAS EN RESTAURANTES

El 80% de municipalidades en la región no tiene instalada el área de Salubridad y tampoco conoce las normas referidas a las Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos - BPMA, lo que favorece a que los establecimientos comerciales no respeten los parámetros de higiene, siendo un peligro para la salud pública.
El jefe de la Unidad de Higiene Alimentaria de la Dirección Ejecutiva de Salud Ambiental de la Gerencia Regional de Salud, Juan Ordinola Falla, manifiesta que negocios, como restaurantes tienen deficiencias sin que represente un llamado de atención para las autoridades ediles.

Son 36 inspectores los que se distribuyen por localidades a fin de verificar la labor que desarrollan los municipios para proteger a la población. “De la labor realizada se conoce que dichas instituciones carecen de un departamento de Salubridad que se encargue de controlar y visitar los establecimientos comerciales, contraviniendo las funciones estipuladas en el artículo 83 de la Ley Orgánica de Municipalidades”, explica, añadiendo que el problema se presenta en las comunas distritales a diferencia de las municipalidades de Chiclayo, José Leonardo Ortiz, La Victoria, Ferreñafe y Lambayeque, las que tienen la referida área operativa.

“Esta situación genera deficiencias en la ejecución de actividades para velar por el correcto funcionamiento de restaurantes, vendedores al paso de comida y refrescos”, lamenta, añadiendo que es por eso que los funcionarios municipales solicitan el apoyo a la Unidad de Higiene Alimentaria cuando detectan un hecho irregular, aunque a veces es demasiado tarde. “Las autoridades tienen que trabajar más, cumpliendo con lo que mandan las normas si es que quieren reducir los problemas que enfrentan a diario”, enfatiza.

Ordinola sostiene que esta dejadez también se refleja en las entidades donde sí funciona el área de Salubridad, como es el caso de la Municipalidad Provincial de Chiclayo, a la que han llamado la atención por las irregularidades encontradas en los centros de expendio de comida.

RESTAURANTES SALUDABLES
Si bien la Resolución Ministerial N° 363, otorga competencia a las municipalidades para vigilar, el Ministerio de Salud hace la súper vigilancia que consiste en verificar el correcto funcionamiento de dichos negocios, afirma. “En nuestra ciudad hay 350 restaurantes de los que escogimos una muestra equivalente al 10% para efectuar la inspección, encontrando problemas por lo que notificamos a la municipalidad e hicimos conocer a la Defensoría del Pueblo que al menos 18 incumplen las medidas de higiene”, explica.

Por ejemplo, añade que los establecimientos tienen los almacenes sucios, manipuladores de alimentos con carnets vencidos, áreas de cocina pintadas sin esmalte sanitario y utensilios en mal estado. “Si la comuna no toma las medidas correctivas se informará a la Fiscalía de Prevención del Delito para que tome cartas en el asunto”, puntualiza. Otra de las situaciones en las que actúa su jefatura es cuando recibe denuncias por intoxicaciones que suceden en la familia, por no que se realiza la rastreabilidad y se practican análisis biológicos para verificar si hay contaminación en el producto consumido por los afectados, los que padecen náuseas, diarreas, vómitos y fiebre.

“Al presentarse esta situación nos constituimos al lugar de los hechos para efectuar un estudio epidemiológico y rastreabilidad del alimento que de ser una conserva se desarrollan los análisis microbiológicos para saber si es el agente contaminador, además la rastreabilidad permite saber en dónde se adquirió y si es un establecimiento conocido se inmoviliza el producto”, detalla. “Uno de los casos que más llamó la atención se produjo en un restaurante conocido. La intoxicación de 70 universitarios fue por salmonella trasmitida por un manipulador de alimentos (portador asintomático), quien fue separado de sus labores”, afirma.

El funcionario indica que entre las perspectivas de la unidad de Higiene Alimentaria, está proyectar el ranking de restaurantes saludables, entregándoles un diploma para incentivar a los dueños a mejorar paulatinamente las condiciones de sus negocios.

HABILITACIÓN Y REGISTRO
Ordinola Falla remarca que la Unidad de Higiene Alimentaria también desarrolla actividades como la habilitación sanitaria de plantas agroexportadoras, certificación sanitaria, inspecciones post registro, vigilancia a clínicas, hospitales y a concesionarias de alimentos a empresas de transporte interprovincial. Respecto a la habilitación sanitaria, subraya que dos profesionales revisan las sedes donde se almacenan alimentos, entre ellas la del PRONAA y panificadoras que ofrecen pan fortificado para distribuirse en los colegios.

“Las visitas son continuas, incluyendo los comedores populares y comités del Vaso de Leche en la zona rural, donde se orienta a los pobladores a conservar mejor los productos. En Cañaris y sus centros poblados Chilasque, Pandachí y Huacapampa; así como en Salas y sus centros poblados Botigía, La Ramada, Kerger y Penachí, se encontraron alimentos cerca de los animales de corral, en el suelo y empolvados, además panes con hongos, por lo que comunicamos a las autoridades”, anota.

De otro lado, sostiene que en la región existen 34 plantas agroexportadoras que son visitadas para saber si cumplen con los registros sanitarios de acuerdo al Decreto Supremo N° 007-98 de Salud Ambiental, el que les autoriza exportar sus productos siempre y cuando no infrinjan las disposiciones. Entre los requisitos que deben cumplir los establecimientos es que estén alejados de los focos de contaminación, contar con infraestructura sanitariamente adecuada, tener canaletas y sala de producción a media caña, lo que significa que la unión entre la pared y el piso debe tener una pequeña pendiente para que la materia orgánica no se esconda y se realice una eficaz limpieza.

Igualmente, los servicios higiénicos deben ser construidos según el número de personal; el almacén debe estar limpio, seco y ventilado; los trabajadores contar con indumentaria completa y carnet de salud. Ordinola Falla indica que las certificaciones de calidad de los productos se dan conforme a la ficha Nº 9 que se aplica a los referidos centros exportadores, mientras el post registro sanitario, explica está relacionado con el producto debe ser preparado según las Buenas Prácticas de Manipulación de Alimentos – BPMA.

EMPRESAS OBSERVADAS
Si una agroexportadora es observada por la Unidad de Higiene Alimentaria, tiene siete días para levantar las deficiencias, como son que el personal cuente con las revisiones médicas semestrales para evitar las Enfermedades por Transmisión de Alimentos - ETAS, salmonelosis, shigelosis y tuberculosis. “De las plantas vigiladas, el 50% han sido observadas, aunque por mínimas deficiencias, las que han sido subsanadas por los responsable. Es DIGESA Lima la que aplica sanciones, teniendo en cuenta los informes elaborados por la institución regional”, indica.

CLÍNICAS Y HOSPITALES
Sobre la injerencia que tiene su representada en los establecimientos de salud, indica que se cuenta con un registro de 12 clínicas y hospitales, de las que el 80% respeta las normas, figurando en el rubro de infractoras el Hospital Las Mercedes por su precaria infraestructura.

“Estamos tranquilos porque los establecimientos están funcionando correctamente con relación a los servicios de alimentación. Los trabajadores usan ropa de color blanco y de uso exclusivo en la cocina y no infringen los controles médicos, además la infraestructura es aseada y los alimentos tienen registro sanitario y fecha de vencimiento”, anota.

CONCESIONARIAS
Asimismo, sostiene que existen ocho concesionarias que entregan alimentos a las empresas de transportes, de estas siete funcionan en Chiclayo y una en Monsefú, cumpliendo con las exigencias alcanzadas. “La vigilancia es importante para conocer cómo se entregan los productos a las citadas agencias. Conforme a las inspecciones cuatro de ellas han sido observadas por ignorar en parte las normas sanitarias. Las infracciones cometidas no han sido graves como para cerrar el lugar o aplicar multas desde 0.5 a 100 Unidades Impositivas Tributarias - UITs”, aclara.

“Los empresarios deben respetar las normativas para prevenir las enfermedades en los usuarios y no se den inconvenientes con las autoridades de Salud, y los funcionarios públicos tienen que ejercer a cabalidad sus funciones, así todos se pondría a derecho, repercutiendo a una mejor transparencia y eficaz labor”, asevera.
Semanario Expresión

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