enero 24, 2013

ARQUITECTOS DEMANDAN AL GOBIERNO LOCAL PONER ORDEN Y EMBELLECER CHICLAYO

Reconociendo que la reacción podría resultar tardía, el Colegio de Arquitectos del Perú – CAP Regional Lambayeque presentó el pronunciamiento elaborado por los miembros de la orden sobre “El estado de la ciudad: Deterioro Urbano Ambiental de Chiclayo y Área Metropolitana”, documento con el que buscan llamar la atención de los espacios de gobierno y la sociedad civil, a fin de revertir el caótico panorama de la “Capital de la Amistad”.
Los arquitectos, quienes invocan el cumplimiento de la Ley Orgánica de Municipalidades donde se fija las competencias que tiene el gobierno local de promover la adecuada prestación de los servicios públicos y el desarrollo integral, sostenible y armónico de la circunscripción, lamentan la “improvisación, falta de planificación, desconocimiento del funcionamiento de una verdadera ciudad contemporánea, los fuertes indicios de corrupción y el no saber quién asumirá finalmente la alcaldía de Chiclayo”, considerando que ello ha generado anarquía, parálisis en la toma de decisiones y pérdida del principio de autoridad, profundizando la crisis en las obras públicas y privadas.

Aprobación de los planes
Tal como lo publicó Expresión (edición 792), resulta urgente que el Concejo Municipal de la provincia apruebe el Plan de Acondicionamiento Territorial – PAT y el Plan Desarrollo Urbano – PDU de Chiclayo, culminados a fines del 2010 y que durante dos años se encuentran encarpetados en la Gerencia de Urbanismo sin que se hayan implementado, echando por tierra y condenando al desfase el trabajo que durante dos años técnicos e instituciones de la sociedad civil realizaron de manera gratuita en el ánimo de proporcionarle a la ciudad la herramienta técnica que permita el adecuado uso de la superficie, los recursos y la infraestructura.

Recogiendo esta preocupación, el Colegio de Arquitectos cuestiona la desactualización del Plan Urbano vigente, formulado en el primer gobierno municipal de Arturo Castillo Chirinos, en 1992, y cuya normativa fue rebasada hace varios años.

“El asunto está en que Chiclayo hoy no tienen un plan de desarrollo que lo rija, toda vez que el plan de 1992 feneció en el 2010 y desde ese año se está a la espera de la aprobación de los nuevos planes cuya vigencia es hasta el 2015. Es decir, con este ya son tres años sin que la ciudad tenga una hoja de ruta de cómo crecer y desarrollarse. Esta situación ha generado que cuando se solicita una licencia de construcción a la municipalidad no se sepa a qué normativa ceñirse, si al Plan del 92 que ya no tiene validez o al del 2010 que aún no se aprueba”, cuestiona el arquitecto José Enrique Arias Cuadra, past decano de la orden profesional.

En tal sentido, el CAP Lambayeque exige no solo que se determine de una vez por todas la aprobación de ambas herramientas técnicas (PAT y PDU), también que se emprenda su actualización y revisión, debido a que los indicadores que sirvieron para su diseño han variado en el último bienio.

Visión metropolitana 
Los arquitectos, a través del pronunciamiento institucional, demandan también la ejecución de obras de envergadura o impacto metropolitano, proyectos como el Terrapuerto y los pasos a desnivel, así como el equipamiento urbano que requiere Chiclayo al hacerse imperiosa la necesidad de nuevos mercados, un nuevo complejo mayorista, un camal metropolitano, un nuevo parque industrial y áreas de recreación vecinal.

“Chiclayo, por el esquema vial, se está juntando con Pimentel, Lambayeque, Pomalca, Monsefú y Reque, de tal manera que tiene una visión física metropolitana y es en función de ello que se debe lograr el equipamiento urbano. Lamentablemente eso no hay. Las autoridades o quienes pretendan llegar a cargos políticos municipales deben tener una visión de Chiclayo a futuro, mientras la mentalidad aislada no cambie la ciudad seguirá igual que ahora, sumida en el desorden”, señala el también past decano del CAP Lambayeque, arquitecto Luis Miguel Arbulú Heysen.

“Las pocas obras que se ejecutan están desarticuladas, no responden a una idea o visión integral y no son de gran impacto metropolitano para la mejora de la calidad de vida o competitividad de la ciudad”, reza el pronunciamiento, destacando que es urgente dar un plazo limitado para prohibir el tránsito de buses interprovinciales y mototaxis por avenidas del centro de Chiclayo, en especial de la Avenida Bolognesi y concesionar el Terrapuerto desechando intereses personales o de grupo.

Terrapuerto en espera
El ingeniero Jorge Nakazaki Servigón, presidente del Comité Especial de Promoción de Inversiones – CEPRI, constituido en abril del año pasado en el seno del concejo municipal para evaluar la iniciativa privada presentada a la comuna para la construcción del Terrapuerto, informa a Expresión que a consecuencia del clima de inestabilidad política que se presenta en el sillón edil, el proceso quedó en suspenso, habiendo concretado recién hace diez días comunicación con el alcalde Roberto Torres Gonzales para retomar el proceso y someter al cuerpo de regidores la aprobación de la iniciativa para convocar a concurso público la licitación del terminal terrestre. Por ahora, Nakazaki Servigón está a la espera que la comuna le provea del requerimiento logístico necesario.

Según explicó el presidente de la CEPRI (Expresión - edición 782) aproximadamente el centro de la ciudad soporta el tránsito de 350 buses de salida y llegada todos los días. Diez mil 500 viajes que parten y llegan a Chiclayo al mes, en los que se traslada un flujo estimado de 50 pasajeros por cada uno de ellos. Es decir, la “Capital de la Amistad” acoge la circulación de más de 525 mil personas todos los meses del año.

“Ese medio millón de personas llega a las agencias y sale de ellas en taxis o mototaxis, no lo hace a pie, significando que aproximadamente se dan 300 mil desplazamientos de vehículos menores por las calles y avenidas de la ciudad que, como sabemos, son estrechas, presentan problemas de señalización y ahora se encuentran intervenidas por el proyecto de saneamiento básico que terminará aún en dos años”, describe Nakazaki Servigón.

Dicho análisis encaja perfectamente con otros de los planteamientos que los arquitectos alcanzan en su comunicado, como reordenar el transporte y la infraestructura vial e ir en búsqueda del financiamiento para implementar un Sistema Integrado de Transporte Urbano Metropolitano. Asimismo, proyectar por lo menos dos de los cinco mercados que la ciudad necesita, así como el nuevo Parque Industrial, demanda de los empresarios locales.

El comunicado del CAP Lambayeque señala también que la municipalidad no asume responsabilidad alguna en las deficiencias y el malestar general que genera la ejecución de la obra de mejoramiento de las redes de agua potable y alcantarillado del centro de la ciudad, evidenciando deficiente planificación, un inexistente plan de contingencia y vicios en los procesos legales (presentación de cartas fianza falsas). Por ello, consideran necesario transparentar la situación administrativa de la obra, que se comunique los cronogramas de trabajo y el plan de contingencia que mitigue el impacto negativo en las principales actividades económicas de la ciudad. Que no se inicien nuevos frentes sin haber terminado lo ya comenzado.

Rescatar el centro
En relación al centro histórico de la ciudad, los arquitectos elevan su malestar ante la degradación de este, debido a la presencia creciente del comercio informal y saturación de vías debido al incremento desproporcional del parque automotor y el colapso de desagües.

Para el arquitecto Jorge Cosmópolis Bullón, past decano del CAP Lambayeque y quien participara del proceso de reconstrucción y restauración del Palacio Municipal de Chiclayo, tras el incendio de septiembre del 2006, manifiesta que es momento de despertar consciencia no solo en las autoridades, también en la población, sobre el estado de la ciudad, consecuencia de la irresponsabilidad colectiva en el cuidado de los espacios públicos.

“Todos vemos y todos sufrimos los problemas de Chiclayo pero no hacemos nada, por ello consideramos que el pronunciamiento del colegio puede ser el punto de partida para unirnos como ciudadanos y empujemos el cambio de la ciudad. Ya sabemos que si a las autoridades no las presionamos difícilmente las haremos saber de lo que nos afecta como población. Debemos reaccionar a favor de nuestra ciudad”, asevera.

Del pronunciamiento se desprenden algunas propuestas para el centro histórico como peatonalizar calles, retirar obstáculos al peatón y reducir volumen de vehículos que circulan por el centro, así como formular un Plan Integral de regeneración urbana del centro que revierta su falta de competitividad frente a los grandes centros comerciales.

Mejor gobierno
Finalmente, el planteamiento elaborado por una comisión mixta del Colegio de Arquitectos de Lambayeque aborda la falta de fiscalización y control urbano eficiente, señalando que para recobrar la credibilidad institucional es necesario que la comuna asuma sistemáticamente responsabilidad administrativa y técnica sobre el control urbano edificatorio, más aún en medio boom constructivo existente, transparentando los procesos parámetros, y penalizando infracciones incluyendo la demolición de obras no autorizadas.

“Razón tuvo José Escajadillo al cantar ‘hay un pueblo llamado Chiclayo’, porque eso somos, un pueblo grande que no tiene el nivel de ciudad”, afirma Arias Cuadra.

+ NOTICIAS
Según el CAP Lambayeque, la velocidad de las inversiones en Chiclayo es del 25%. Por ejemplo, tres de cada cuatro empresas constructoras o inmobiliarias deciden llevar sus proyectos habitacionales a otras ciudades del norte como Trujillo y Piura por las condiciones urbanas que estas ofrecen.
Esto quiere decir que Chiclayo dejaría de percibir aproximadamente 750 millones de soles de la inversión privada, lo que acrecienta los niveles de retraso y postergación.
De acuerdo a las estimaciones de la orden profesional, se necesitarían alrededor de dos mil millones de soles en inversión pública para nivelar a la ciudad con un estatus de desarrollo urbano y sostenible.

*****
Carlos Palomino Medina
Decano de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UCH
“Lamentablemente no nos estamos dando cuenta del tipo de ciudad que estamos construyendo para nuestros hijos y las generaciones que vendrán después. A los políticos a veces no les interesa oír el malestar de la gente, pues creen tener el poder para hacer lo que ellos consideran que es correcto cuando en realidad no es así. El alcalde cree que la ciudad es su feudo y hace con ella lo que él quiere. Es una pena que Chiclayo sea una ciudad especulativa, donde cada centímetro se vende y no se deja área para los espacios públicos. No hay nada de área verde, nada de proyecto urbano y civilizador”.

Federico Couto Revolledo
Director de la Escuela de Arquitectura de la USS
“Conozco muchos casos de turistas que se arrepienten de haber venido a Chiclayo y prefieren no regresar nunca más debido a la condición en la que se encuentra. Ser ciudadano no significa tener DNI, sino ser capaz de convivir respetando los derechos de los demás y eso no se está dando acá, porque el informar, el transportista y hasta la misma autoridad atropella el derecho común a vivir en orden y seguridad. Las deficiencias que existen en el manejo urbano se da por la permanencia en los espacios de gobierno de gente que no sabe qué es una ciudad y qué vivir en ella. Chiclayo merece autoridades que valgan la pena”.

Roberto Gibson Silva
Director de la Escuela de Arquitectura de la UNPRG
“Los chiclayanos debemos aspirar a tener mejor calidad de vida reduciendo los problemas de limpieza, seguridad, tránsito y ornato, pero para ello necesitamos no solo el esfuerzo de los profesionales e instituciones, también de los medios de comunicación que deben ayudarnos a informar mejor a la población para tomar conciencia y asumir más compromiso con la ciudad. Debemos aprender a respetar el espacio en el que vivimos y a quienes nos visitan. Solo así tendremos total solvencia para exigir a nuestras autoridades mayores resultados, efectividad y capacidad en la administración de Chiclayo”.
Semanario Expresión

No hay comentarios: