mayo 25, 2012

POBREZA, VERGUENZA Y HUMILLACIÓN: UNA PROPUESTA DE MEDICIÓN

Cuando se mide o estudia la pobreza hay una serie de “variables” que no se consideran y que pueden marcar la vida de una persona viviendo en esta condición. La Iniciativa sobre Pobreza y Desarrollo Humano de la Universidad de Oxford (OPHI por sus siglas en inglés) investiga aquellas dimensiones de la pobreza que generalmente no están en las estadísticas nacionales ni mundiales. Una de ellas, es la “habilidad de ir por la vida sin sentir vergüenza o humillación por ser pobre”, cuya carencia tiene importantes consecuencias sociales y personales.
Foto: PNUD
Las personas en situación de pobreza no sólo tienen que vivir con pocos recursos materiales sino que frecuentemente experimentan sentimientos de vergüenza y humillación, los cuales son aspectos centrales en las descripciones que realizan cuando hablan de lo que significa ser pobre. La vergüenza y humillación asociadas a la pobreza tienen relevancia por dos motivos. Primero, por su valor intrínseco: las narraciones de estos aspectos muestran lo hirientes que pueden ser y las severas consecuencias que producen en la salud emocional y física de las personas. Segundo, por su valor instrumental: la vergüenza y humillación asociadas a la pobreza pueden impedir que políticas públicas diseñadas para combatir la pobreza tengan resultados favorables (por ejemplo, si una persona decide no asistir a un centro de salud porque sabe que será discriminado), pueden influir en que la gente no tome acciones para mejorar su vida (como disuadir a alguien de asistir a un centro educativo, pedir un crédito o buscar empleo), o generar trampas de pobreza.
Es una dimensión relevante pero que no está presente en las estadísticas, ni se han implementado iniciativas para recolectar datos.

La dimensión social de la pobreza
Después de la reunión de la Comisión sobre respeto y entendimiento del Commonwealth en el 2007, el presidente de esa comisión, Amartya Sen, señaló: “Hemos estado tratando de ver como el respeto y el entendimiento terminaron siendo tan importantes para las relaciones humanas”. Hablar de respeto, dignidad o entendimiento puede ser desconcertante para los economistas, cuya atención, incluso si se trata de la medición multidimensional de la pobreza, se dirige principalmente a variables concretas como trabajo, ingreso, nivel educativo o tasas de mortalidad.

Sin embargo, Sen se ha preocupado, especialmente en su trabajo conceptual, de argumentar que la pobreza, y en particular la pobreza absoluta, tienen una dimensión material y social. En repetidas ocasiones hace referencia a lo expresado por Adam Smith cuando describía que, en la Inglaterra de su época, las camisas de lino y los zapatos de cuero eran necesarios para ir por la vida sin sentir vergüenza.

Sen cita a Smith para sostener dos puntos. Uno es que la “habilidad de ir por la vida sin sentir vergüenza” es una capacidad básica relevante que debe ser parte clave de los conceptos de pobreza absoluta. Sen argumenta que la carencia absoluta, así como incluye el hambre, también incluye “sentirse avergonzado de aparecer en público” y “no ser capaz de participar en la vida de la comunidad”. La distinción entre pobreza absoluta y relativa no radica en los elementos que puede o no contener, sino que en el criterio por el cual la pobreza es reconocida (por ejemplo, si la pobreza es reconocida de acuerdo a la disparidad relativa en ciertas capacidades o de acuerdo a la carencia absoluta de ciertas capacidades).
Revista Humanum

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