Más mentiras se van develando en torno a la renovación de las redes de agua y alcantarillado en el casco urbano de la ciudad, como por ejemplo que el Colegio de Ingenieros haya puesto a disposición de la comuna once técnicos para ayudar a resolver los problemas constructivos, tal como lo afirmó a Expresión el gerente general de la Municipalidad de Chiclayo Ciro Chávez Martos. A ello debe sumarse la culpa que se atribuye al Ministerio de Vivienda por aparentemente no culminar la transferencia de recursos para el proyecto, cuando por ineficiencia de los funcionarios ediles queda descartada la asignación de más presupuesto. Por esto y más el decano del Colegio de Ingenieros de Lambayeque, Ciro Salazar Montaño, asevera que la obra no alcanzará las metas físicas.
En entrevista publicada en nuestra edición anterior (802), el gerente general de la comuna dijo que la orden de los Ingenieros, muy técnicamente, tras una carta enviada por su despacho, en menos de dos días puso once profesionales especialistas en el tema de agua, desagüe y obras de saneamiento, quienes han evaluado a los técnicos municipales y planteado las correcciones que como municipio deben realizarse en la obra de renovación que se ejecuta en el centro de la ciudad. Sin embargo, la acción del Colegio de Ingenieros nunca se dio.
Así, mintiendo, Ciro Chávez Martos pretendió minimizar los cuestionamientos hechos por el Colegio de Arquitectos y el Movimiento Cívico de Chiclayo a la forma en que la comuna actúa como unidad ejecutora de la obra de saneamiento, que, iniciada en mayo del año pasado, genera una serie de problemas ambientales, sanitarios y de orden en la ciudad.
POSICIÓN DEL CIP
Sumándose a las opiniones técnicas que otros colegios profesionales, instituciones y organismos de la sociedad civil han emitido respecto al deficiente trabajo que realiza el Consorcio Chiclayo, contratista de la obra, y el Consorcio Supervisor Chiclayo, encargado de corroborar el correcto cumplimiento del expediente técnico, el Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Departamental de Lambayeque, con acuerdo de su Asamblea, emitió el 16 de febrero un pronunciamiento abordando la problemática del proyecto, revelando una serie de irregularidades que explican la pésima condición de la obra.
Tras el análisis de lo sucedido desde que se entregó la buena pro a la contratista y a la supervisión, la orden profesional concluye que el expediente técnico presenta omisiones técnicas y presupuestales; pues hay conexiones domiciliares que no han sido consideradas, al igual que la reposición del pavimento total en las calles intervenidas. Además, se ha determinado que los costos de mitigación ambiental calculados en el Estudio de Impacto Ambiental no son reales, lo que ha generado desatención ante la presencia de aguas contaminadas, malos olores, congestión y caos vehicular, ocasionando malestar general y un problema de salud pública en la comunidad.
El decano del CIP Lambayeque, Ciro Salazar Montaño, explica que desde su inicio la ejecutora de la obra ha adolecido de una programación técnica, organización y logistica apropiada para implementar una estrategia de construcción efectiva con cumplimiento de estándares de calidad exigidos para este tipo de obras y minimizar los impactos negativos, aunándose la falta de un Plan de Contingencia que atenúe las situaciones de emergencia que se presentan.
TERRIBLE ERROR
Uno de los aspectos más saltantes del pronunciamiento es el referido al tema presupuestal del proyecto, toda vez que – según lo verificado por el Colegio de Ingenieros - el avance físico de la obra es del 23% y hasta el momento se registra un avance financiero del 56% aproximadamente, habiéndose generado, a la fecha, prestaciones adicionales vinculantes ascendentes a tres millones 255 mil 780 soles, equivalentes al 11.40%, monto que ha sido cancelado con recursos del convenio suscrito con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que fijó para la obra un presupuesto total de 28 millones 562 mil 654.19 soles.
En la práctica, el proyecto de saneamiento básico en el centro de Chiclayo deberá culminarse con menos de 25 millones de soles, cifra que resultará insuficiente.
Salazar Montaño explica que es entendible la aparición de gastos adiciones en la obra, más aún si se considera que el expediente técnico elaborado por EPSEL y modificado después por la Gerencia de Infraestructura de la Municipalidad Provincial de Chiclayo presenta imprecisiones respecto a los fijado en el papel y lo hallado en el campo de intervención. Sin embargo, ante estas modificaciones no sustanciales al proyecto, antes de su ejecución física, la Oficina de Programación de Inversiones de la MPCH debió registrarlas a través del Formato SNIP 16 en el Banco de Proyectos, acción que no se cumplió.
“Esta negligencia limita la posibilidad de conseguir recursos económicos públicos adicionales para la obra, que le permita concluir su meta física. Situación crítica que puede devenir a que se resuelva el Convenio Interinstitucional entre la comuna y el Ministerio de Vivienda”, advierte.
Añade que por esta situación no se tienen reservas financieras para cubrir los adicionales, por lo que las metas del proyecto deberán concluirse con los 28 millones de soles dados inicialmente por el gobierno central, hecho que no se logrará.
“La obra de agua en Chiclayo quedará inconclusa por falta de presupuesto, teniendo en cuenta que a medida que avancen los trabajos se irán generando más adicionales, como también deductivos que incrementarán el costo del proyecto. Con los recursos que se tiene no se va cumplir la meta física”, afirma.
EMISORES OLVIDADOS
Lo que también es materia de observación por parte del Colegio de Ingenieros es la falta de capacidad técnica y logística de la Municipalidad Provincial de Chiclayo para administrar contratos de esta envergadura para la ejecución de obras de saneamiento básico, donde se debió priorizar la ejecución del Proyecto de Renovación de Emisores Principales, como el Emisor Norte, Emisor Norte - Norte, Emisor General y el Emisor Sur, lo que habría asegurado la descarga de las aguas servidas de la ciudad sin los represamientos que a la fecha vienen ocurriendo.
Es decir, la comuna debió buscar que antes de cambiar las redes y conexiones domiciliarias se renueven los colectores, proyecto que, evidentemente, habría demandado más presupuesto pero mitigado los problemas que hoy se ven en la ciudad.
“En saneamiento, las obras se ejecutan de atrás para adelante. Es decir, primero se debieron ejecutar los cambios en los emisores principales para que pueda evacuarse las aguas servidas, sin embargo la municipalidad ha empezado con un proyecto que era menos urgente por encontrarse en la parte media de la ciudad”, explica Salazar Montaño.
A decir del titular de la orden profesional, la priorización de las obras en el centro histórico por parte de la municipalidad, aun cuando más urgente es la renovación de los colectores principales, habría sido una maniobra política de la gestión del alcalde Roberto Torres con el afán de conseguir el respaldo de la ciudadanía al iniciar los trabajos de saneamiento que tanto se reclamaban.
“Si hubiera existido la voluntad de resolver el problema de fondo se hubiera terminado la formulación del proyecto de los emisores, que ahora está paralizada, para gestionar su financiamiento y así intervenir el punto más álgido del sistema de agua y alcantarillado de la ciudad. Es evidente que hubo apuro por comenzar la obra y así mostrar que la gestión estaba trabajando por la ciudad, así lo esté haciendo mal”, expresa.
EVALUACIÓN DE LA OBRA
Entre las recomendaciones expuestas por el Colegio de Ingenieros en su pronunciamiento se plantea que la MPCH, con el asesoramiento directo de EPSEL, exija al contratista y al supervisor replanteen y difundan el plan de ejecución de la obra inmediatamente, sustentada en una programación, organización y apoyo logístico necesario que permitan efectuar un control de trabajos de manera ordenada y sistemática, minimizando de esta manera los impactos ambientales negativos.
Asimismo, que la comuna agilice la implementación del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental para mitigar y/o atenuar los impactos ambientales negativos a la población, y que en convenio con el Gobierno Regional agilice los estudios y logre el financiamiento para el proyecto de reposición integral de los pavimentos de las calles afectadas para devolverles la transitabilidad y fluidez vehicular, así como el restablecimiento de su dinámica comercial.
“Consideramos también que la municipalidad debe dejar de ser ejecutora de los proyectos de saneamiento básico que en adelante se van a desarrollar en Chiclayo. Esta competencia debe ser mantenida por EPSEL, porque pese a sus problemas y limitaciones esta entidad es la que tiene el conocimiento técnico y profesional de cómo realizar adecuadamente trabajos de este tipo, además porque es finalmente la que pasa a operar y mantener las nuevas redes una vez finalizados los proyectos”, señala Ciro Salazar.
En ese sentido, el Colegio de Ingenieros exige al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento la ejecución del Proyecto Integral de Renovación del Alcantarillado de Chiclayo; así como la pronta licitación pública para la ejecución del Proyecto de Renovación de los Emisores Principales de la ciudad, condicionando que la unidad ejecutora sea EPSEL y el Comité Especial de otorgamiento de Buena Pro se conforme con representantes del Gobierno Regional, del gobierno local, EPSEL y de la Sociedad Civil.
“Con una participación multiinstitucional en los comités que en adelante se encarguen de otorgar las licitaciones de obras públicas como las de saneamiento se cortará la corrupción que hoy existe y se tendrá mayor transparencia en el manejo de la cosa pública”, señala.
MEDIDAS CORRECTIVAS
El decano de la orden profesional precisa que es imposible rehacer el expediente técnico que está en ejecución en el centro de la ciudad, por lo que solo queda que la comuna acoja las recomendaciones que alcanza EPSEL y atienda también las que elaborará la Comisión Especial de Saneamiento Básico del Colegio de Ingenieros, que se compromete a actuar como veedor y a dar seguimiento permanente al desarrollo del proceso constructivo.
“Estamos solicitando la intervención y pronunciamiento inmediato del Órgano de Control Interno de la MPCH y la Contraloría General de la República, a fin de deslindar responsabilidades respecto del manejo técnico, administrativo y económico de la obra, así como el accionar de nuestro organismo deontológico para que actúe de acuerdo a su Código Profesional contra los ingenieros que estén inmersos en las irregularidades presentadas en la obra”, señala Salazar Montaño, indicando que integrantes de la orden como el ingeniero José María Cajo Ramírez, supervisor de la obra y a quien se investiga por haber presentado cartas fianza falsas a la comuna para hacerse de la buena pro, podrían ser suspendidos y hasta cesados en su habilidad profesional de determinarse su responsabilidad.
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En entrevista publicada en nuestra edición anterior (802), el gerente general de la comuna dijo que la orden de los Ingenieros, muy técnicamente, tras una carta enviada por su despacho, en menos de dos días puso once profesionales especialistas en el tema de agua, desagüe y obras de saneamiento, quienes han evaluado a los técnicos municipales y planteado las correcciones que como municipio deben realizarse en la obra de renovación que se ejecuta en el centro de la ciudad. Sin embargo, la acción del Colegio de Ingenieros nunca se dio.
Así, mintiendo, Ciro Chávez Martos pretendió minimizar los cuestionamientos hechos por el Colegio de Arquitectos y el Movimiento Cívico de Chiclayo a la forma en que la comuna actúa como unidad ejecutora de la obra de saneamiento, que, iniciada en mayo del año pasado, genera una serie de problemas ambientales, sanitarios y de orden en la ciudad.
POSICIÓN DEL CIP
Sumándose a las opiniones técnicas que otros colegios profesionales, instituciones y organismos de la sociedad civil han emitido respecto al deficiente trabajo que realiza el Consorcio Chiclayo, contratista de la obra, y el Consorcio Supervisor Chiclayo, encargado de corroborar el correcto cumplimiento del expediente técnico, el Colegio de Ingenieros del Perú – Consejo Departamental de Lambayeque, con acuerdo de su Asamblea, emitió el 16 de febrero un pronunciamiento abordando la problemática del proyecto, revelando una serie de irregularidades que explican la pésima condición de la obra.
Tras el análisis de lo sucedido desde que se entregó la buena pro a la contratista y a la supervisión, la orden profesional concluye que el expediente técnico presenta omisiones técnicas y presupuestales; pues hay conexiones domiciliares que no han sido consideradas, al igual que la reposición del pavimento total en las calles intervenidas. Además, se ha determinado que los costos de mitigación ambiental calculados en el Estudio de Impacto Ambiental no son reales, lo que ha generado desatención ante la presencia de aguas contaminadas, malos olores, congestión y caos vehicular, ocasionando malestar general y un problema de salud pública en la comunidad.
El decano del CIP Lambayeque, Ciro Salazar Montaño, explica que desde su inicio la ejecutora de la obra ha adolecido de una programación técnica, organización y logistica apropiada para implementar una estrategia de construcción efectiva con cumplimiento de estándares de calidad exigidos para este tipo de obras y minimizar los impactos negativos, aunándose la falta de un Plan de Contingencia que atenúe las situaciones de emergencia que se presentan.
TERRIBLE ERROR
Uno de los aspectos más saltantes del pronunciamiento es el referido al tema presupuestal del proyecto, toda vez que – según lo verificado por el Colegio de Ingenieros - el avance físico de la obra es del 23% y hasta el momento se registra un avance financiero del 56% aproximadamente, habiéndose generado, a la fecha, prestaciones adicionales vinculantes ascendentes a tres millones 255 mil 780 soles, equivalentes al 11.40%, monto que ha sido cancelado con recursos del convenio suscrito con el Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento, que fijó para la obra un presupuesto total de 28 millones 562 mil 654.19 soles.
En la práctica, el proyecto de saneamiento básico en el centro de Chiclayo deberá culminarse con menos de 25 millones de soles, cifra que resultará insuficiente.
Salazar Montaño explica que es entendible la aparición de gastos adiciones en la obra, más aún si se considera que el expediente técnico elaborado por EPSEL y modificado después por la Gerencia de Infraestructura de la Municipalidad Provincial de Chiclayo presenta imprecisiones respecto a los fijado en el papel y lo hallado en el campo de intervención. Sin embargo, ante estas modificaciones no sustanciales al proyecto, antes de su ejecución física, la Oficina de Programación de Inversiones de la MPCH debió registrarlas a través del Formato SNIP 16 en el Banco de Proyectos, acción que no se cumplió.
“Esta negligencia limita la posibilidad de conseguir recursos económicos públicos adicionales para la obra, que le permita concluir su meta física. Situación crítica que puede devenir a que se resuelva el Convenio Interinstitucional entre la comuna y el Ministerio de Vivienda”, advierte.
Añade que por esta situación no se tienen reservas financieras para cubrir los adicionales, por lo que las metas del proyecto deberán concluirse con los 28 millones de soles dados inicialmente por el gobierno central, hecho que no se logrará.
“La obra de agua en Chiclayo quedará inconclusa por falta de presupuesto, teniendo en cuenta que a medida que avancen los trabajos se irán generando más adicionales, como también deductivos que incrementarán el costo del proyecto. Con los recursos que se tiene no se va cumplir la meta física”, afirma.
EMISORES OLVIDADOS
Lo que también es materia de observación por parte del Colegio de Ingenieros es la falta de capacidad técnica y logística de la Municipalidad Provincial de Chiclayo para administrar contratos de esta envergadura para la ejecución de obras de saneamiento básico, donde se debió priorizar la ejecución del Proyecto de Renovación de Emisores Principales, como el Emisor Norte, Emisor Norte - Norte, Emisor General y el Emisor Sur, lo que habría asegurado la descarga de las aguas servidas de la ciudad sin los represamientos que a la fecha vienen ocurriendo.
Es decir, la comuna debió buscar que antes de cambiar las redes y conexiones domiciliarias se renueven los colectores, proyecto que, evidentemente, habría demandado más presupuesto pero mitigado los problemas que hoy se ven en la ciudad.
“En saneamiento, las obras se ejecutan de atrás para adelante. Es decir, primero se debieron ejecutar los cambios en los emisores principales para que pueda evacuarse las aguas servidas, sin embargo la municipalidad ha empezado con un proyecto que era menos urgente por encontrarse en la parte media de la ciudad”, explica Salazar Montaño.
A decir del titular de la orden profesional, la priorización de las obras en el centro histórico por parte de la municipalidad, aun cuando más urgente es la renovación de los colectores principales, habría sido una maniobra política de la gestión del alcalde Roberto Torres con el afán de conseguir el respaldo de la ciudadanía al iniciar los trabajos de saneamiento que tanto se reclamaban.
“Si hubiera existido la voluntad de resolver el problema de fondo se hubiera terminado la formulación del proyecto de los emisores, que ahora está paralizada, para gestionar su financiamiento y así intervenir el punto más álgido del sistema de agua y alcantarillado de la ciudad. Es evidente que hubo apuro por comenzar la obra y así mostrar que la gestión estaba trabajando por la ciudad, así lo esté haciendo mal”, expresa.
EVALUACIÓN DE LA OBRA
Entre las recomendaciones expuestas por el Colegio de Ingenieros en su pronunciamiento se plantea que la MPCH, con el asesoramiento directo de EPSEL, exija al contratista y al supervisor replanteen y difundan el plan de ejecución de la obra inmediatamente, sustentada en una programación, organización y apoyo logístico necesario que permitan efectuar un control de trabajos de manera ordenada y sistemática, minimizando de esta manera los impactos ambientales negativos.
Asimismo, que la comuna agilice la implementación del Programa de Adecuación y Manejo Ambiental para mitigar y/o atenuar los impactos ambientales negativos a la población, y que en convenio con el Gobierno Regional agilice los estudios y logre el financiamiento para el proyecto de reposición integral de los pavimentos de las calles afectadas para devolverles la transitabilidad y fluidez vehicular, así como el restablecimiento de su dinámica comercial.
“Consideramos también que la municipalidad debe dejar de ser ejecutora de los proyectos de saneamiento básico que en adelante se van a desarrollar en Chiclayo. Esta competencia debe ser mantenida por EPSEL, porque pese a sus problemas y limitaciones esta entidad es la que tiene el conocimiento técnico y profesional de cómo realizar adecuadamente trabajos de este tipo, además porque es finalmente la que pasa a operar y mantener las nuevas redes una vez finalizados los proyectos”, señala Ciro Salazar.
En ese sentido, el Colegio de Ingenieros exige al Ministerio de Vivienda, Construcción y Saneamiento la ejecución del Proyecto Integral de Renovación del Alcantarillado de Chiclayo; así como la pronta licitación pública para la ejecución del Proyecto de Renovación de los Emisores Principales de la ciudad, condicionando que la unidad ejecutora sea EPSEL y el Comité Especial de otorgamiento de Buena Pro se conforme con representantes del Gobierno Regional, del gobierno local, EPSEL y de la Sociedad Civil.
“Con una participación multiinstitucional en los comités que en adelante se encarguen de otorgar las licitaciones de obras públicas como las de saneamiento se cortará la corrupción que hoy existe y se tendrá mayor transparencia en el manejo de la cosa pública”, señala.
MEDIDAS CORRECTIVAS
El decano de la orden profesional precisa que es imposible rehacer el expediente técnico que está en ejecución en el centro de la ciudad, por lo que solo queda que la comuna acoja las recomendaciones que alcanza EPSEL y atienda también las que elaborará la Comisión Especial de Saneamiento Básico del Colegio de Ingenieros, que se compromete a actuar como veedor y a dar seguimiento permanente al desarrollo del proceso constructivo.
“Estamos solicitando la intervención y pronunciamiento inmediato del Órgano de Control Interno de la MPCH y la Contraloría General de la República, a fin de deslindar responsabilidades respecto del manejo técnico, administrativo y económico de la obra, así como el accionar de nuestro organismo deontológico para que actúe de acuerdo a su Código Profesional contra los ingenieros que estén inmersos en las irregularidades presentadas en la obra”, señala Salazar Montaño, indicando que integrantes de la orden como el ingeniero José María Cajo Ramírez, supervisor de la obra y a quien se investiga por haber presentado cartas fianza falsas a la comuna para hacerse de la buena pro, podrían ser suspendidos y hasta cesados en su habilidad profesional de determinarse su responsabilidad.
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- De los 33 proyectos de saneamiento básico ejecutados entre el 2008 y el 2011 en Lambayeque, solo tres, de carácter distrital, se han concluido exitosamente. El número restante están inconclusos, en arbitraje, abandonados o sometidos a proceso judicial.
- El Colegio de Ingenieros ratificó su posición de respaldo a la institucionalidad democrática exigiendo al Tribunal Constitucional y al Jurado Nacional de Elecciones para que solucionen el problema de gobernabilidad de la MPCH. Semanario Expresión
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