El próximo 5 de octubre, en la región Lambayeque postularán unos 2,123 candidatos, a la presidencia regional, consejerías regionales, alcaldes provinciales y distritales y regidores para estas localidades. ¿Están preparados psicológicamente para hacerlo? ¿Tienen los electores un perfil psicológico de cada uno de ellos, para en cierta forma poder escoger al mejor?
El perfil, en este caso de los candidatos, se determina mediante pruebas psicológicas específicas para cada aplicación (el famoso examen psicológico), lo que suele realizarse por ejemplo en los procesos de selección de personal. Lo que ocurre es que las empresas buscan a personas con ciertas características que las hagan aptas para un determinado cargo, y de acuerdo a esto se construye un perfil deseado que el psicólogo encargado deberá buscar en el o los postulantes.
Al encontrarnos en la recta final para elegir a los próximos candidatos al gobierno regional y municipal, es importante detenerse a analizar la conducta psíquica de los candidatos. Expresión consultó a una especialista en examinar e investigar acerca del comportamiento de las personas. La psicóloga Deysi Díaz Barrantes nos ayuda a entender esto.
Señala que, por una parte, la psicología centra su análisis en la conducta de las personas. El perfil psicológico se entiende como el rasgo de la conducta de la persona formada en su vida total. Esto se da cotidianamente en cualquier empresa que se precie de contar con buenos empleados. Así, el perfil psicológico puede definirse como el conjunto de características y rasgos que deben tener los nuevos empleados que se contraten para desempeñar bien un cargo. Este perfil psicológico se construye tomando en consideración varios factores, comenzando en primer lugar por la descripción de cargo. Cada empresa define las características que deben tener las personas para ocupan cierto cargo.
Y estas características no solamente son técnicas, como el nivel de estudios o la especialización, sino también más sutiles, como el tipo de personalidad y el carácter, el nivel intelectual, etc. Además, las empresas tienen también su propia "personalidad", su propia cultura, sus políticas y valores, y por tanto se debe cuidar que los nuevos ingresos se ajusten -o puedan ajustarse- a estos aspectos.
De modo que si la empresa necesita llenar un cargo, este cargo tiene características bien definidas, y para asegurarse de que la persona cumpla con esas características, se la debe evaluar. Y es aquí donde entra en escena el examen psicológico. Al postulante se le envía a un psicólogo especializado, pues éste es el profesional que por sus estudios tiene las competencias para examinar a una persona y llegar a conocer con certeza sus rasgos más relevantes.
Una vez que el psicólogo ha evaluado al postulante a un empleo, emite también un informe, que normalmente considera la parte intelectual, el aprendizaje, los factores de personalidad y emocionales y dentro de estos aspectos algunos otros más sutiles que requiere el cargo.
Este es el momento clave, pues ahora se compara el perfil psicológico del postulante con el perfil que quiere la empresa. Si hay concordancia, al candidato se le considera apto para el cargo. Si no hay concordancia, pues su perfil es diferente al que definió la organización, a la persona se le considera "no apta”. Por cierto, hay términos medios, es decir gente que se ajusta a veces a medias al perfil que solicita la empresa.
Por lo tanto “salir mal” en el examen psicológico no es sinónimo de “estar mal”, como a veces se malinterpreta. Es simplemente que la persona no tiene el perfil ideal para desempeñar ese cargo en particular y en esa empresa específicamente. Pero su perfil puede ser muy apto para otra empresa.
Todo esto no sólo lo saben los profesionales de la psicología, sino los jefes de empresas y los empresarios, que desean saber que su personal está muy bien preparado, psicológicamente hablando, para desempeñar el cargo que se le está dando y que su perfil psicológico está de acuerdo a lo que se requiere.
Y esto, en el plano electoral, vendría a ser lo mismo. Los electores buscan a los mejores candidatos. ¿Tienen el perfil psicológico que ellos buscan?
Características de un candidato
La psicóloga Deysi Díaz recuerda que el perfil psicológico de un individuo corresponde al conjunto de rasgos o características psicológicas (procesos mentales) que lo caracterizan. Y explica que entre las principales características que debe poseer un candidato están ser conciliador, respetuoso, amable, honesto, sincero, tener un buen estado de salud, sentido de justicia y control emocional.
Añade que además, debe ser motivador de valores sociales, morales y espirituales y debe enfocar la atención hacia lo que es el bien del pueblo. “Un candidato deber ser líder, debe poseer cualidades y valores como la sencillez, ser respetuoso, tener visión, alegría, humildad, honestidad y personalidad; debe tener confianza en sí mismo, comunicación efectiva, opiniones unificadas, ser un justiciero, compromiso con la causa. Debe también ser afectuoso, afable, tener facilidades de acercarse a los demás”, indica. Agrega que “El líder trasforma las cosas en nuevas”.
Expresión pregunta si, entonces, ¿es necesario que todo candidato pase una evaluación psicológica?
La especialista afirma que es muy necesario. Esto sería un gran paso y las instituciones responsables deben estudiarlo, pues la población necesita saber que va a elegir o eligió a una autoridad psicológicamente equilibrada y que es capaz de respetar los principios.
El problema, dice Díaz Barrantes, es que siempre elegimos a las autoridades incorrectas, a pesar de saber lo que se viene o lo que se podría venir. Analizando esta situación, precisa que el elector se inclina a elegir alternativas conocidas porque existe un elemento que es el mecanismo del condicionamiento social. “Todos estamos condicionados socialmente. Hay estímulos sociales a los cuales tenemos que dar respuesta”.
Indica que en ese sentido desarrolla un papel importante la publicidad visual, escrita o verbal, la cual llega hacia nuestra vista, no la analizamos, no nos damos cuenta del mensaje y nos dejamos inducir por la forma. Aquí, los medios de comunicación juegan un papel educador y formador de conciencia crítica.
La psicóloga Deysi Díaz revela que ya en forma especializada, psicológicamente y para cada uno de los candidatos se debe aplicar el test de Millom, el cual mide si la persona es esquizofrénica, sadomasoquista, paranoica, padece distimia o depresión crónica, o si es dependiente. Además, el test Machover, que determina criterios de lo que es y puede ser la persona (líder y democrático) y muestra qué hará cuando venga el aluvión de demandas, como maneja la situación, qué hace y cómo responde.
Sin embargo, muchos se opondrían a esto y aquí surge una interrogante difícil de responder. ¿Está preparada nuestra sociedad? La especialista responde que todavía no, pero debemos empezar, ya que a través de la educación se debe aumentar nuestra autoestima para evitar que surjan respuestas contrarias y peligrosas.
Por eso, la psicóloga Deysi Díaz advierte que antes de emitir un voto, se debe de pensar con la cabeza, no con otra parte del cuerpo. “Hay que analizar y escudriñar las promesas de campaña establecidas en los respectivos planes de gobierno y no dejarse llevar por dádivas”, concluye.
Semanario Expresión
El perfil, en este caso de los candidatos, se determina mediante pruebas psicológicas específicas para cada aplicación (el famoso examen psicológico), lo que suele realizarse por ejemplo en los procesos de selección de personal. Lo que ocurre es que las empresas buscan a personas con ciertas características que las hagan aptas para un determinado cargo, y de acuerdo a esto se construye un perfil deseado que el psicólogo encargado deberá buscar en el o los postulantes.
Al encontrarnos en la recta final para elegir a los próximos candidatos al gobierno regional y municipal, es importante detenerse a analizar la conducta psíquica de los candidatos. Expresión consultó a una especialista en examinar e investigar acerca del comportamiento de las personas. La psicóloga Deysi Díaz Barrantes nos ayuda a entender esto.
Señala que, por una parte, la psicología centra su análisis en la conducta de las personas. El perfil psicológico se entiende como el rasgo de la conducta de la persona formada en su vida total. Esto se da cotidianamente en cualquier empresa que se precie de contar con buenos empleados. Así, el perfil psicológico puede definirse como el conjunto de características y rasgos que deben tener los nuevos empleados que se contraten para desempeñar bien un cargo. Este perfil psicológico se construye tomando en consideración varios factores, comenzando en primer lugar por la descripción de cargo. Cada empresa define las características que deben tener las personas para ocupan cierto cargo.
Y estas características no solamente son técnicas, como el nivel de estudios o la especialización, sino también más sutiles, como el tipo de personalidad y el carácter, el nivel intelectual, etc. Además, las empresas tienen también su propia "personalidad", su propia cultura, sus políticas y valores, y por tanto se debe cuidar que los nuevos ingresos se ajusten -o puedan ajustarse- a estos aspectos.
De modo que si la empresa necesita llenar un cargo, este cargo tiene características bien definidas, y para asegurarse de que la persona cumpla con esas características, se la debe evaluar. Y es aquí donde entra en escena el examen psicológico. Al postulante se le envía a un psicólogo especializado, pues éste es el profesional que por sus estudios tiene las competencias para examinar a una persona y llegar a conocer con certeza sus rasgos más relevantes.
Una vez que el psicólogo ha evaluado al postulante a un empleo, emite también un informe, que normalmente considera la parte intelectual, el aprendizaje, los factores de personalidad y emocionales y dentro de estos aspectos algunos otros más sutiles que requiere el cargo.
Este es el momento clave, pues ahora se compara el perfil psicológico del postulante con el perfil que quiere la empresa. Si hay concordancia, al candidato se le considera apto para el cargo. Si no hay concordancia, pues su perfil es diferente al que definió la organización, a la persona se le considera "no apta”. Por cierto, hay términos medios, es decir gente que se ajusta a veces a medias al perfil que solicita la empresa.
Por lo tanto “salir mal” en el examen psicológico no es sinónimo de “estar mal”, como a veces se malinterpreta. Es simplemente que la persona no tiene el perfil ideal para desempeñar ese cargo en particular y en esa empresa específicamente. Pero su perfil puede ser muy apto para otra empresa.
Todo esto no sólo lo saben los profesionales de la psicología, sino los jefes de empresas y los empresarios, que desean saber que su personal está muy bien preparado, psicológicamente hablando, para desempeñar el cargo que se le está dando y que su perfil psicológico está de acuerdo a lo que se requiere.
Y esto, en el plano electoral, vendría a ser lo mismo. Los electores buscan a los mejores candidatos. ¿Tienen el perfil psicológico que ellos buscan?
Características de un candidato
La psicóloga Deysi Díaz recuerda que el perfil psicológico de un individuo corresponde al conjunto de rasgos o características psicológicas (procesos mentales) que lo caracterizan. Y explica que entre las principales características que debe poseer un candidato están ser conciliador, respetuoso, amable, honesto, sincero, tener un buen estado de salud, sentido de justicia y control emocional.
Añade que además, debe ser motivador de valores sociales, morales y espirituales y debe enfocar la atención hacia lo que es el bien del pueblo. “Un candidato deber ser líder, debe poseer cualidades y valores como la sencillez, ser respetuoso, tener visión, alegría, humildad, honestidad y personalidad; debe tener confianza en sí mismo, comunicación efectiva, opiniones unificadas, ser un justiciero, compromiso con la causa. Debe también ser afectuoso, afable, tener facilidades de acercarse a los demás”, indica. Agrega que “El líder trasforma las cosas en nuevas”.
Expresión pregunta si, entonces, ¿es necesario que todo candidato pase una evaluación psicológica?
La especialista afirma que es muy necesario. Esto sería un gran paso y las instituciones responsables deben estudiarlo, pues la población necesita saber que va a elegir o eligió a una autoridad psicológicamente equilibrada y que es capaz de respetar los principios.
El problema, dice Díaz Barrantes, es que siempre elegimos a las autoridades incorrectas, a pesar de saber lo que se viene o lo que se podría venir. Analizando esta situación, precisa que el elector se inclina a elegir alternativas conocidas porque existe un elemento que es el mecanismo del condicionamiento social. “Todos estamos condicionados socialmente. Hay estímulos sociales a los cuales tenemos que dar respuesta”.
Indica que en ese sentido desarrolla un papel importante la publicidad visual, escrita o verbal, la cual llega hacia nuestra vista, no la analizamos, no nos damos cuenta del mensaje y nos dejamos inducir por la forma. Aquí, los medios de comunicación juegan un papel educador y formador de conciencia crítica.
La psicóloga Deysi Díaz revela que ya en forma especializada, psicológicamente y para cada uno de los candidatos se debe aplicar el test de Millom, el cual mide si la persona es esquizofrénica, sadomasoquista, paranoica, padece distimia o depresión crónica, o si es dependiente. Además, el test Machover, que determina criterios de lo que es y puede ser la persona (líder y democrático) y muestra qué hará cuando venga el aluvión de demandas, como maneja la situación, qué hace y cómo responde.
Sin embargo, muchos se opondrían a esto y aquí surge una interrogante difícil de responder. ¿Está preparada nuestra sociedad? La especialista responde que todavía no, pero debemos empezar, ya que a través de la educación se debe aumentar nuestra autoestima para evitar que surjan respuestas contrarias y peligrosas.
Por eso, la psicóloga Deysi Díaz advierte que antes de emitir un voto, se debe de pensar con la cabeza, no con otra parte del cuerpo. “Hay que analizar y escudriñar las promesas de campaña establecidas en los respectivos planes de gobierno y no dejarse llevar por dádivas”, concluye.
Semanario Expresión
No hay comentarios:
Publicar un comentario