La envergadura del Proyecto Especial de Irrigación e Hidroenergético de Olmos puede ponderarse desde diversas aristas: será un polo de desarrollo para la costa norte, se convertirá en una oportunidad para que la población de ese sector salga de la pobreza, convertirá al Perú nuevamente en una nación exportadora de azúcar y generará una serie de beneficios conexos a la puesta en marcha del traslado del recurso hídrico.
La magnitud de la obra también puede medirse con algunas cifras. El transvase de las aguas del río Huancabamba hacia la vertiente del Pacífico ha requerido de un túnel transandino de 19.3 kilómetros, 14 kilómetros de canales, otro túnel de 2 kilómetros de longitud, la construcción del embalse Palo Verde y la instalación de 60 kilómetros de tuberías en los ramales norte y sur.
Como dijo el presidente de la República, Ollanta Humala, durante la inauguración, este proyecto “no es cualquier cosa” porque la inversión de la obra asciende a 300 millones de dólares, y del proyecto de irrigación a más de 280 millones de dólares.
Con ello, la región Lambayeque se convertirá en un polo de desarrollo agroindustrial con la ampliación en 43,500 las hectáreas de cultivos: 38,000 nuevas hectáreas a ser subastadas y 5,500 de los agricultores del Valle Viejo. Todo implica la generación de 40,000 puestos de trabajo directo y 200,000 indirectos.
La inversión de este capital representa, sin duda, un shock de confianza en la agricultura nacional, lo cual permitirá cubrir la demanda de productos agrícolas para el mercado interno y reforzar la agroexportación, y sobre todo posibilitará que el Perú se convierta nuevamente en una potencia en la producción de azúcar y así podrá exportar este producto a los mercados mundiales.
Sumados a estos beneficios figuran otras obras como la ejecución de proyectos de habilitación urbana, como pistas, veredas, instalaciones de agua potable y alcantarillado en la primera ciudad planificada de 22,000 viviendas que se edificará en el valle de Olmos, con una inversión 140 millones de nuevos soles por parte del Ministerio de Vivienda y Construcción a partir del próximo año. También en el segundo semestre de 2015 se iniciarán las obras de mejoramiento del aeropuerto internacional Capitán FAP José Abelardo Quiñones de Chiclayo, así como la construcción de la carretera Chiclayo-Olmos para transportar la producción agrícola del valle. Para ello se cuenta con la disponibilidad de recursos garantizada por el Ministerio de Economía y Finanzas.
Así como en el Sur habrá un importante polo de desarrollo con el Gasoducto del Sur, en el norte del país también se tendrá como motor a Olmos, considerado como el más importante esquema de irrigación para potenciar la capacidad agrícola del Perú junto con otras iniciativas como el Proyecto Especial Chavimochic, que comprende 63,000 hectáreas de irrigación en La Libertad, y el Proyecto Especial Majes-Siguas II en Arequipa, con los cuales se sumarán 140,000 hectáreas para ampliar la frontera agrícola en la costa peruana.
EDITORIAL DIARIO OFICIAL "EL PERUANO"
La magnitud de la obra también puede medirse con algunas cifras. El transvase de las aguas del río Huancabamba hacia la vertiente del Pacífico ha requerido de un túnel transandino de 19.3 kilómetros, 14 kilómetros de canales, otro túnel de 2 kilómetros de longitud, la construcción del embalse Palo Verde y la instalación de 60 kilómetros de tuberías en los ramales norte y sur.
Como dijo el presidente de la República, Ollanta Humala, durante la inauguración, este proyecto “no es cualquier cosa” porque la inversión de la obra asciende a 300 millones de dólares, y del proyecto de irrigación a más de 280 millones de dólares.
Con ello, la región Lambayeque se convertirá en un polo de desarrollo agroindustrial con la ampliación en 43,500 las hectáreas de cultivos: 38,000 nuevas hectáreas a ser subastadas y 5,500 de los agricultores del Valle Viejo. Todo implica la generación de 40,000 puestos de trabajo directo y 200,000 indirectos.
La inversión de este capital representa, sin duda, un shock de confianza en la agricultura nacional, lo cual permitirá cubrir la demanda de productos agrícolas para el mercado interno y reforzar la agroexportación, y sobre todo posibilitará que el Perú se convierta nuevamente en una potencia en la producción de azúcar y así podrá exportar este producto a los mercados mundiales.
Sumados a estos beneficios figuran otras obras como la ejecución de proyectos de habilitación urbana, como pistas, veredas, instalaciones de agua potable y alcantarillado en la primera ciudad planificada de 22,000 viviendas que se edificará en el valle de Olmos, con una inversión 140 millones de nuevos soles por parte del Ministerio de Vivienda y Construcción a partir del próximo año. También en el segundo semestre de 2015 se iniciarán las obras de mejoramiento del aeropuerto internacional Capitán FAP José Abelardo Quiñones de Chiclayo, así como la construcción de la carretera Chiclayo-Olmos para transportar la producción agrícola del valle. Para ello se cuenta con la disponibilidad de recursos garantizada por el Ministerio de Economía y Finanzas.
Así como en el Sur habrá un importante polo de desarrollo con el Gasoducto del Sur, en el norte del país también se tendrá como motor a Olmos, considerado como el más importante esquema de irrigación para potenciar la capacidad agrícola del Perú junto con otras iniciativas como el Proyecto Especial Chavimochic, que comprende 63,000 hectáreas de irrigación en La Libertad, y el Proyecto Especial Majes-Siguas II en Arequipa, con los cuales se sumarán 140,000 hectáreas para ampliar la frontera agrícola en la costa peruana.
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