Se calcula que en Chiclayo transitan aproximadamente 28 mil combis, taxis y mototaxis de manera informal, siendo esto sólo una parte de la grave crisis que afecta al transporte y que merece la inmediata intervención de las autoridades municipales, regionales y del gobierno central. La solución al caos en el sector no únicamente pasa por la habilitación de nuevas vías, sino también por una verdadera política de ordenamiento y regulación.
“La problemática del transporte en Chiclayo como en otras ciudades del país es sumamente compleja, sus causas no sólo son de tipo legal o administrativo, sino también socio económico y político, las mismas que se agravan aún más por la incapacidad, complicidad o falta de interés de los propios transportistas y de las autoridades del Estado para analizar y proponer una solución integral a uno de los sectores más importantes de la economía nacional”, sostiene regidor de la provincia, Guillermo Segura Díaz, integrante de la Comisión de Tránsito y Transportes de la comuna local.
DIÁLOGO PARA MEJORAR
El concejal refiere que generalmente siempre se aborda el tema desde el ángulo legal o administrativo y se pretende resolver el problema con leyes, decretos supremos u ordenanzas cuya validez sólo se sustenta en la fuerza de su imposición mediante represión que se traduce en las conocidas batidas y agresivas e impagables multas. “El tiempo se ha encargado de demostrar que no sirvieron para nada, pues el problema sigue: servicio pésimo, saturación y caos vehicular, contaminación y ahora también inseguridad no sólo vial, sino delincuencial”, afirma.
Segura Díaz, quien desde iniciada la gestión ha concentrado sus esfuerzos en la elaboración de una propuesta viable que contribuya a la solución del problema vehicular de la ciudad, plantea que es necesario el diálogo para que de una vez por todas, autoridades y gremialistas del transporte puedan arribar a la práctica de medidas de regularización y ordenamiento.
“Es necesario, a través del diálogo social y directo, abordar el problema de manera integral y allí estamos comprometidos todos, los transportistas, la sociedad y el Estado a través del gobierno central y los gobiernos municipales y regionales. Las medidas deben estar orientadas, primero a fortalecer las distintas organizaciones de los transportistas como gremios, asociaciones y empresas, y una cultura de servicio basada en valores éticos y morales con una visión de cambio y compromiso con el progreso y el desarrollo que demandan los pueblos. De esta manera acabaremos con la informalidad y el mal servicio predominante en el sector y con ello mejorará la economía del transportista haciendo rentable el servicio y atrayendo a la inversión en esta actividad”, explica.
En segundo lugar, el regidor provincial señala que es necesario cumplir con una política de Estado orientada a la creación descentralizada de nuevos puestos de trabajo, lo que significa programas de promoción y apoyo a la micro, pequeña y mediana empresa, lo que permitiría generar empleo digno y productivo para los miles de desempleados de dentro y de fuera de las familias de transportistas que ahora ven en esta actividad su única alternativa de sobrevivencia, sin control y de fácil acceso; practica sin mayor preparación y con un ingreso mínimo para subsistir. “Políticas concretas para la promoción del empleo evitará el aumento constante de transportistas y de flota, la saturación y el caos, y la caída del ingreso económico del transportista”, señala.
URGENTES MEDIDAS
Guillermo Segura precisa que resulta exagerado responsabilizar de la situación del sector a la Gerencia de Tránsito y Transportes de la Municipalidad de Chiclayo, toda vez que como ha explicado, el asunto no pasa por problemas de orden legal y normativo.
“La problemática del transporte en nuestra ciudad no lo ha originado esta área, a lo sumo la carencia de técnicos especialistas en el sector y la falta de recursos logísticos condicionaron el agravamiento del problema. Los cambios siempre van a ser importantes en la medida que se cuente con una normatividad y los recursos económicos para abordar el problema en forma integral. En nuestro caso, el ente administrativo debe monitorear, controlar y garantizar el logro de los objetivos y las metas que se planteen en las nuevas ordenanzas que como regidores, los miembros del concejo municipal debemos elaborar y aprobar”, manifiesta.
El concejal asegura que en Chiclayo urge la aplicación de un Plan de Regulador de Rutas y la ubicación de paraderos formales para el transporte urbano, toda vez que sólo así se podrá controlar de manera eficiente el ingreso de nuevas unidades urbanas.
“Es un instrumento técnico normativo de mucha importancia en la medida que garantizará la fluidez en la circulación de los vehículos coherente con las necesidades de la ciudad metrópoli y de sus distritos; por otro lado, dará seguridad jurídica al transportista para la renovación del parque automotor y mejorará la calidad del servicio a los usuarios del transporte. Asimismo, determina un uso adecuado de las vías y aportará importantes elementos para el planeamiento del desarrollo vial de la ciudad, su vigencia y efectividad en el tiempo dependerá de otras medidas complementarias”, refiere.
PARQUE AUTOMOTOR SATURADO
La situación de la ciudad demanda la no inclusión de más unidades de transporte en el servicio interurbano, más aún porque las características del centro de Chiclayo limitan la normal circulación de vehículos, desencadenándose el congestionamiento que se vive a diario.
Según informa Guillermo Segura, por ahora el volumen de la flota de vehículos formales supera las 12 mil 500 unidades, entre combis, colectivos, taxis y mototaxis, adicionalmente, se estima que más de dos mil circulan con permisos provisionales, cantidad que desborda la capacidad de la infraestructura vial existente.
“La saturación existente es producto de la presencia de más de 14 mil taxis, 10 mil mototaxis y aproximadamente cuatro mil combis y colectivos informales, lo que hace un total de 28 mil unidades que no están registradas por la Municipalidad de Chiclayo para brindar el servicio público y que deben ser progresivamente reubicadas en los nuevos anillos viales hasta donde sea posible”, refiere.
TRANSPORTE MASIVO
De acuerdo al análisis elaborado por Guillermo Segura, la implementación de un servicio de transporte masivo para Chiclayo tendría diversas dificultades porque ello supondría el retiro del parque automotor de una gran cantidad de unidades vehiculares que sí tienen autorización para atender la demanda del público, pero cuya antigüedad genera diversos problemas como la contaminación, por ejemplo.
“Las consecuencias del libre mercado y el neoliberalismo que le pone precio a todo y sólo privilegia sus ganancias, llevó en épocas de la dictadura fujimontesinista a la anulación progresiva del transporte masivo, privilegiándose el ingreso de los vehículos de descarte en otros países, incrementándose el parque automotor no sólo de servicio público, sino también el particular en desmedro de la capacidad de nuestra pobre infraestructura vial. Retornar al servicio de transporte masivo no será fácil si no se asume la tarea de mejorar la capacidad económica del transportista, darle la seguridad jurídica que necesita el sector y se mejora la infraestructura vial”, afirma el concejal, añadiendo que la Ley del Chatarreo en el transporte sólo deja jugosas ganancias en las esferas del poder económico como resultado de una política populista de los gobiernos que no se atreven a reconocer las verdaderas causas del problema.
“Las inversiones por parte de los transportistas para mejorar sus unidades y modernizarlas son necesarias, pero no se van a dar mientras no existan condiciones para recuperar estas inversiones y obtener los márgenes de ganancia que las justifiquen. Con la institucionalización del sector, una política de generación de empleo digno y productivo a través de las MYPES, un plan regulador de rutas con concesiones de no menos de 10 años y cero corrupción, no dudo que la inversión en el transporte mejorará”, sostiene.
TRABAJO CON LOS GREMIOS
Segura Díaz precisa también que desde el concejo municipal se ha empezado a trabajar para fortalecer a los gremios existentes en el transporte, destacando la organización del Sindicato de Mototaxis de la Provincia de Chiclayo, así como la instalación de una Comisión Técnica Mixta, integrada regidores, la Policía Nacional, los representantes gremiales y los funcionarios de la municipalidad.
“Estamos trabajando de manera concertada y con la participación de profesionales de las universidades se han podido proyectar diversas ordenanzas necesarias para el sector y que deben ser aprobadas por el concejo edil próximamente. El establecimiento del régimen de Gestión Común con las municipalidades de José Leonardo Ortiz y La Victoria, será clave para avanzar en la erradicación de la informalidad y el reordenamiento en el servicio de mototaxis”, comenta.
Asunto pendiente en el transporte es la ejecución de medidas que ayuden a garantizar la seguridad de empresarios, conductores y usuarios, aspecto en el que – según indica – se están concentrando también esfuerzos, ello a través del fortalecimiento y respeto a las organizaciones de los transportadores autorizados, de sus Asociación de Fondos Contra Accidentes de Tránsito AFOCATs, talleres y cursos de Educación Vial y promoción de pequeñas y medianas empresas.
“Este trabajo ya se está realizando a través de los gremios y con participación de las ONGs ‘Por Una Vida Mejor’ - PUVIME y ‘Justicia Constitucional’ – IUSCRE, con lo que estamos seguros se reducirán al mínimo los riesgos existentes. Pronto deben estar circulando sólo las mototaxis que pertenecen a personas jurídicas, sean asociaciones o empresas, por cuanto la informalidad encubre a muchos delincuentes los que se disfrazan de mototaxistas y con unidades robadas cometen sus fechorías”, refiere.
La autoridad señala que es necesario que la Municipalidad Provincial de Chiclayo promueva la conformación e instalación de las comisiones técnicas mixtas, declarar en emergencia el servicio y con los estudios técnicos mínimos que permitan actualizar la información que se tiene por cada modalidad del servicio, proceder a reorganizarlos mediante una nueva reglamentación que aplique en un cien por ciento el nuevo Código de Tránsito y sus reglamentos. “Paralelo a ello debemos impulsar el trabajo del Plan Regulador de Rutas con el que se administrará mejor el sector en los próximos años”.
Finalmente, Guillermo Segura destaca la participación activa que los gremios más representativos están teniendo en la gestión de la Comisión de Transportes, donde se ha establecido el diálogo directo y horizontal, con proyección a organizar la Federación Regional de Transportistas de Lambayeque – FERETRAL.
Semanario Expresión
agosto 26, 2011
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