En el octavo día de la huelga indefinida contra la exportación del gas de Camisea, la tensión llegó a su punto más alto. La contundencia hizo retroceder al gobierno central, que a las 20:00 horas pidió tregua vía un fax enviado por la Presidencia del Consejo de Ministros (PCM) al Comité Central de Lucha y al alcalde Marco Chalco de la Cuba. En el documento, el gobierno manifiesta su voluntad de dialogar en forma “alturada y democrática”.
Conocido el pedido, la dirigencia sostuvo una reunión en la que acordó someter hoy a votación el pedido de la PCM, pero a algunos miembros de la dirigencia incomodó que el Ejecutivo haya condicionado la instalación de una mesa de diálogo y su presencia en Quillabamba a la suspensión de la medida de lucha.
“Es necesario, para dar inicio a un diálogo sincero y democrático, se suspenda previamente la medida que se acata, lo cual hará posible mi presencia para iniciar el diálogo en la fecha que se convenga sin condicionamientos”, dijo.
Protesta se había radicalizado
Por la mañana, unos 500 nativos y colonos irrumpieron en dos campamentos de Transportadora de Gas del Perú (TGP) en Kepashiato; mientras que en Quillabamba cientos de campesinos, comerciantes y profesores salieron a las calles de la ciudad y bloquearon las principales vías de comunicación.
La República
agosto 04, 2010
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